Monday, April 6, 2015

Las Herejías de Antipapa Francisco

Traducción de Google: Actualmente, he actualizado muchas de mis creencias para estar más en línea con el Vaticano II y ya no me adhiero a la posición de que el Vaticano II es herético, o que los Santos y adherentes al Vaticano II (y otros canonizados por el Vaticano II ) como la Madre Teresa fue herética o condenada, o que no merecen este título. ¿Por qué he cambiado de posición? Eso es simplemente porque la condenación es algo malo y el Vaticano II está más abierto a la salvación universal, mientras que la Iglesia anterior al Vaticano II no lo era.

Para obtener más información sobre este tema, y por qué la condenación es mala y por qué la Iglesia del Vaticano II enseña algo bueno al estar más abierto a la salvación universal, consulte esta publicación:

https://against-all-heresies-and-errors.blogspot.com/2019/05/q-why-damnation-and-eternal-torments-is-evil.html

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Este artículo contiene contenido usado de autores: Hno. Pedro Dimond y Hno. Miguel Dimond de Monasterio de la Sagrada Familia / vaticanocatolico.com

Las Herejías de Antipapa Francisco Anticristo, el Apocalypso y el Fin del Mundo

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  • 20b. Las Herejías de Antipapa Francisco (Jorge Bergoglio) (2013-)

    Francisco, Evangelii Gaudium (# 254), Nov. 24, 2013: “Los no cristianos [como ateos y paganos], por la gratuita iniciativa divina, y fieles a su conciencia, pueden vivir «justificados… de la gracia santificante...”

    El 13 de marzo de 2013, el argentino Jorge Bergoglio fue electo Antipapa Francisco de la secta del Vaticano II.

    La secta del Vaticano II ha hecho una clara selección al elegir al “cardenal” Jorge Mario Bergoglio como antipapa. Desde muchos puntos de vista, esta es una inmensa noticia para los verdaderos católicos y sedevacantistas, porque le quita por completo la máscara a la Iglesia del Vaticano II. Con esto, la secta del Vaticano II ha mostrado su falta de fe, indiferentismo, modernismo y suciedad a la vista de todos, sin esforzarse con subterfugios astutos (y supuestamente en continuidad con la Tradición), que hicieron los antipapas anteriores. Es un final apropiado (y una elección apropiada) para la Iglesia del Vaticano II en la última etapa de la Gran Apostasía. Bergoglio es un partidario descarado de la actividad interreligiosa, el falso ecumenismo, etc. Él también es un revolucionario litúrgico. Es un liberal, incluso para los estándares de la secta del Vaticano II.

    Según la apreciación de los falsos tradicionalistas que se consumen con las misas en latín bajo la autoridad de la Iglesia del Vaticano II, el Antipapa Francisco es un enemigo feroz de la Misa tradicional. Él es quizás el mayor enemigo de la Misa tradicional entre los “cardenales”. Él es considerado como una opción de pesadilla para los falsos tradicionalistas que aceptan los antipapas. Los verdaderos católicos deberían regocijarse; porque además reivindica la posición de sedevacantismo y es una burla completa a la posición de los falsos tradicionalistas (y todos los demás) que han defendido obstinadamente a la Iglesia del Vaticano II o a los antipapas como papas válidos – y rechazan a Dios y la fe en el proceso. Esto sólo hace que el trabajo en denunciar a la Iglesia del Vaticano II sea mucho más fácil.

    Este breve resumen probará, por las acciones y palabras de Francisco, que él es un hereje. Las citas están tomadas del periódico oficial del Vaticano L’Osservatore Romano, sus entrevistas y discursos públicos, su exhortación apostólica Evangelii Gaudium y de dos libros de Francisco que documentan sus creencias sobre varios temas: Conversaciones con Jorge Bergoglio y Sobre el Cielo y la Tierra.


    Las Herejías de Anti Papa Francisco - Antipapa Francisco Anticristo en la Profecía Bíblica :


    LAS HEREJÍAS DE FRANCISCO SOBRE EL ATEÍSMO

    En la Sagrada Escritura se enseña infaliblemente que toda persona que alcanza la edad de la razón puede conocer con certeza que hay un Dios. Ellos saben esto por las cosas que han sido creadas: los árboles, la hierba, el sol, la luna, las estrellas, etc. Todo aquél que es ateo (que cree que Dios no existe), no tiene excusa. La ley natural lo condena. Esta es una verdad revelada en la Sagrada Escritura.

    Romanos 1,19-21: “Puesto que lo que se puede conocer de Dios, les es manifiesto a ellos. Porque Dios se lo manifestó. Porque las cosas de él invisibles, se ven después de la creación del mundo, considerándolas por las obras criadas; aun su virtud eterna, y su divinidad: DE MODO QUE SON INEXCUSABLES.”

    San Pablo enseña que los ateos son inexcusables, porque la creación de Dios demuestra su existencia. El Vaticano I definió dogmáticamente el principio establecido en Romanos 1 – el cual contradice directamente la enseñanza del ateísmo y el agnosticismo y el Antipapa Francisco (y la secta del Vaticano II). 

    El Papa Pío IX, El Primero Concilio Vaticano, sesión 3, Sobre la revelación, canon 1: “Si alguno dijere que Dios, uno y verdadero, nuestro creador y Señor, no puede ser conocido con certeza a partir de las cosas que han sido hechas, con la luz natural de la razón humana: sea anatema.”

    El Papa Pío IX, El Primer Concilio Vaticano, sesión 3, Sobre Dios creador de todas las cosas, can. 1: “Si alguno negare al único Dios verdadero, creador y señor de las cosas visibles e invisibles: sea anatema.”

    La secta del Vaticano II y Francisco, por el contrario, enseña que se puede ser ateo sin culpa propia y que los ateos pueden ser excusados y sean salvos. Esto nos lleva a preguntar: «¿Cuál Biblia usó el Vaticano II y Francisco?» Debe haber sido la edición satánica revisada.

    El documento del Vaticano II, Lumen Gentium # 16: “Y la divina Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para la salvación a quienes sin culpa no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios y se esfuerzan en llevar una vida recta, no sin la gracia de Dios.”

    El Vaticano II enseña aquí que hay algunas personas que, SIN CULPA PROPIA, no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios. En otras palabras, hay personas que, sin culpa propia, no creen en Dios (es decir, son ateos). Esto es herejía.

    La declaración del Vaticano II sobre los que no reconocen a Dios no solo es condenada por San Pablo, sino también por el Concilio Vaticano I.

    En su carta del 11 de septiembre de 2013, al periódico italiano, La Repubblica, y más tarde confirmado en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, Francisco enseña que los que no creen en Dios se pueden salvar.

    Francisco, Carta a La Repubblica, 11 de septiembre de 2013: “En primer lugar, me pregunta si el Dios de los cristianos perdona a quien no cree y no busca la fe. Partiendo de que la misericordia de Dios no tiene límites –que es lo más importante– si acudimos a él con corazón sincero y contrito, la cuestión para quien no cree está en obedecer a la propia conciencia. Hay pecado, también para quien no tiene fe, cuando se va contra la conciencia. Escucharla y obedecerla significa, de hecho, decidirse frente a lo que se percibe como bueno o como malo. Y en esta decisión se juega la bondad o la maldad de nuestras acciones[41].

    Antipapa Francisco, Evangelii Gaudium (# 254), Nov. 24, 2013: “Los no cristianos [como ateos y paganos], por la gratuita iniciativa divina, y fieles a su conciencia, pueden vivir «justificados… de la gracia santificante...”

    ¡Esto es apostasía total de la fe católica!

    El Concilio de Florencia definió dogmáticamente que toda persona que tenga una posición contraria a la enseñanza de la Iglesia católica sobre Nuestro Señor Jesucristo o la Trinidad, o cualquiera de las verdades acerca de Nuestro Señor o de la Trinidad, es rechazado, condenado y anatematizado por Dios y su Iglesia.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate Domino, 1442, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia Romana, fundada por la palabra del Señor y Salvador nuestro, firmemente cree, profesa y predica a un solo verdadero Dios, omnipotente, inmutable y eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo (…) A cuantos, por consiguiente, sienten de modo diverso y contrario, [la sacrosanta Iglesia Romana] los condena, reprueba y anatematiza, y proclama que son ajenos al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.”

    Sin embargo, en el libro Sobre el Cielo y la Tierra, pp. 27-28, Francisco dice que él respeta a los ateos y no trata de convertirlos o hacer proselitismo. También dice que su “vida no es condenado”:

    No encaro la relación para hacer proselitismo con un ateo, lo respetono le diría que su vida está condenada porque estoy convencido de que no tengo derecho a hacer un juicio sobre la honestidad de esa persona… todo hombre es imagen de Dios, sea creyente o no. Por esa sola razón cuenta con una serie de virtudes, cualidades, grandezas”[39].

    Un ateo entrevistó a Francisco para el periódico italiano, La Repubblica, la cual se publicó el 1 de octubre de 2013. En ella Francisco explícitamente le dijo al ateo que no era su intención de convertirlo. En cuatro distintas ocasiones en la entrevista, Francisco rechazó el proselitismo. Él declaró que:

    El proselitismo es una solemne tontería, no tiene sentido[40].

    A continuación dice Francisco que cada persona tiene su propia idea del bien y del mal. También anima al individuo a seguir el bien como él lo concibe. ¡Esto es apostasía indignante!

    Papa León XIII, Satis cognitum, # 13, 29 de junio de 1896: “Quien no quiera ser hereje ni sentar plaza de tal no trate de satisfacer a éste ni al otro (…) Apresúrese a satisfacer en todo a la Sede de Roma.”

    LA ENSEÑANZA HERÉTICA DE FRANCISCO SOBRE EL “MATRIMONIO” GAY Y SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD

    Hasta ahora se ha documentado y confirmado que Francisco estuvo a favor de las uniones civiles homosexuales cuando vivió en Argentina. Él apenas no quiso que se le llamara matrimonio a una unión civil homosexual. Esto es herejía. Ello significa que Francisco aprobó el comportamiento sexual perverso y abominable condenado en la Escritura y en la enseñanza católica. Su postura no es para nada diferente a apoyar el aborto bajo la condición de que el Estado no le dé al aborto un estatus especial o privilegiado usando para ello fondos fiscales.

    CNN Español, 20 marzo 2013: “Activista gay dice que el papa Francisco apoyaba las uniones civiles homosexuales - Buenos Aires (CNN) – Poco menos de una hora después de enviar una carta a los líderes de la Iglesia católica argentina en 2010, donde criticaba cómo estaban manejando el debate sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo, sonó el teléfono de Marcelo Márquez. Le sorprendió escuchar la voz al otro lado de la línea. Era Jorge Mario Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires, y ahora el papa número 266. Lo que Bergoglio dijo en la reunión que tuvieron poco después lo sorprendió más. … “Me dijo, ‘estoy a favor de los derechos de los homosexuales y en cualquier caso, también apoyo las uniones civiles de los homosexuales, pero creo que Argentina no está lista para el matrimonio legal’”, dijo Márquez, un activista a favor de los derechos homosexuales, y quien se describe como un devoto católico y exprofesor de teología en un seminario católico. Como arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio era uno de los líderes de la Iglesia Católica en contra de la legalización del matrimonio homosexual en Argentina. El arzobispo se involucró una notoria guerra de declaraciones con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, quien apoyaba la medida. … Bergoglio habría hecho eco de su apoyo a las uniones civiles en otros círculos. De acuerdo con una historia publicada por el New York Times este miércoles, Bergoglio también le dijo a obispos reunidos en 2010 que la iglesia debería apoyar las uniones civiles de las parejas homosexuales.”

    SanDiegoRed, 5 de Marzo 2014: “Papa Francisco no descarta aceptar uniones civiles para homosexuales - EL VATICANO.- El Papa Francisco de nuevo aparece en las cabeceras de los medios del mundo tras aceptar que hay una necesidad verdadera por parte de parejas del mismo sexo de tener la protección legal y económica del estado, viendo a las uniones civiles como un punto medio que la Iglesia Católica puede aceptar. "Es necesario ver los casos diversos y evaluarlos por su variedad," dijo el Pontífice durante una entrevista al periódico italiano Corriere della Sera. Sobre el matrimonio y las uniones civiles para homosexuales, reafirmó que "el matrimonio es entre un hombre y una mujer", pero da a entender que si un estado quiere "regularizar las diferentes situaciones de personas viviendo juntas" debido a la necesidad de otorgarle seguridad económica, social y legal a otras parejas, acepta que "deberíamos de ver los casos diferentes y evaluarlos."… Francisco, cuando aún era el Cardenal Jorge Mario Bergoglio en su natal Argentina, ya había indicado que las uniones civiles podrían ser una alternativa aceptable para la Iglesia Católica. Esto durante el debate en Argentina sobre si se deberían de legalizar los matrimonios del mismo sexo (algo que terminó sucediendo en el 2010).”

    Observe las siguientes declaraciones repugnantes que Francisco hace acerca del “matrimonio” gay y acerca de los homosexuales.

    Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, pp. 112-113: “Cuando el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, no apeló el dictamen de una jueza de primera instancia autorizando la boda [entre personas del mismo sexo], sentí que tenía algo para decir, para orientar, me vi en la obligación de manifestar mi opinión. Fue la primera vez en dieciocho años de obispo que señalé a un funcionario. Si analizan las dos declaraciones que formulé, en ningún momento hablé de homosexuales ni hice alguna referencia peyorativa hacia ellos… Macri me dijo que eran sus convicciones; yo se las respeto, pero un jefe de Gobierno no tiene que trasladar sus convicciones personales a la ley. En ningún momento hablé despectivamente de los homosexuales…”[53].

    Francisco dice que él respeta aquellos que están a favor de la abominación del “matrimonio” del mismo sexo, y dice que él nunca fue despectivo hacia los sodomitas y pervertidos.

    Francisco también menciona cómo él permitió al defensor del “matrimonio” gay, el ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner, que presidiera un servicio memorial “católico” para honrar a unos seminaristas y “sacerdotes católicos” fallecidos:

    Francisco, Conversaciones, p. 116: “… cuando llegó a la iglesia, le pedí que presidiera la ceremonia…”[54].

    Más tarde cuando murió el presidente apóstata, Francisco inmediatamente le ofreció públicamente una “misa de réquiem”[55],[56].

    Francisco también permitió en su “misa” de instalación que recibieran la “comunión” los políticos explícitamente defensores del aborto y del “matrimonio” gay.

    The Washington Times, 19 de Marzo 2013: “El vicepresidente Joseph R. Biden y la líder demócrata Nancy Pelosi, recibieron ambos la Comunión durante la Misa para celebrar la instalación del Papa Francisco a pesar de su posición pro-elección sobre el aborto. La oficina del vicepresidente confirmó el Martes [19 de Marzo 2013] en la noche que tanto él como la señora Pelosi tomaron la comunión durante la misa en la Plaza de San Pedro en Roma. Algunos católicos sostienen que los políticos cuyas posiciones sobre el aborto y la anticoncepción conflictúen con las enseñanzas de la Iglesia no deben recibir la comunión. “El vicepresidente Biden y Nancy Pelosi ciertamente no deberían recibir la comunión, ni en la instalación papal ni en cualquier otro lugar. La comunión significa ‘unión’, y ellos no están en comunión con la Iglesia en la más fundamental cuestión moral del derecho a la vida”, dijo el reverendo Frank Pavone, fundador de Sacerdotes por la Vida [Priests for Life], una organización católica contra el aborto con sede en Estados Unidos.”

    El 19 de agosto de 2013, Francisco fue entrevistado por la revista Razón y Fe, en la página 14 Francisco claramente enseña que los homosexuales activos no son rechazados ni condenados por Dios.

    Francisco, Entrevista a la revista Razón y Fe, 19 de agosto de 2013, p. 14: “En Buenos Aires recibía cartas de personas homosexuales que son verdaderos ‘heridos sociales’, porque me dicen que sienten que la Iglesia siempre les ha condenado. Pero la Iglesia no quiere hacer eso [la Iglesia es la Iglesia de Dios (1 Co. 1:2; 10:32;. 11:16)]. Durante el vuelo en que regresaba de Río de Janeiro dije que si una persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios, yo no soy quién para juzgarla… Una vez una persona, para provocarme, me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra pregunta: ‘Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena?’. Hay que tener siempre en cuenta a la persona. Y aquí entramos en el misterio del ser humano. En esta vida Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de su condición”[57].

    Sin embargo, la Iglesia basada en la Escritura enseña lo contrario.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate Domino, 1442, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia Romana… firmemente cree, profesa y predica a cuantos, por consiguiente, sienten de modo diverso y contrario, [la sacrosanta Iglesia Romana] los condena, reprueba y anatematiza, y proclama que son ajenos al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.”

    Papa San Pío V no vaciló en proponer la pena de muerte como solución al escándalo de homosexualidad y efebofilia entre el clero que en el siglo XVI sacudía la Iglesia.

    Papa San Pío V, Horrendum illud scelus, 30 de agosto 1568: “Por lo tanto, el deseo de seguir con mayor rigor que hemos ejercido desde el comienzo de nuestro pontificado, se establece que cualquier sacerdote o miembro del clero, tanto secular como regular, que cometa un crimen tan execrable, por la fuerza de la presente ley sea privado de todo privilegio clerical, de todo puesto, dignidad y beneficio eclesiástico, y habiendo sido degradado por un juez eclesiástico, que sea entregado inmediatamente a la autoridad secular para que sea muerto, según lo dispuesto por la ley como el castigo adecuado para los laicos que están hundidos en ese abismo.”

    La Biblia y la naturaleza constantemente nos dicen que la actividad homosexual es un pecado (Génesis 19:1-13; Levítico 18:22; 20:13, Romanos 1:26-27, 1 Corintios 6:9). Romanos 1:26-27 enseña específicamente que la homosexualidad es el resultado de la idolatría y de negar y desobedecer a Dios. Cuando la gente continúa en el pecado y la incredulidad, Dios "los entrega" al pecado más malvado y depravado, a fin de mostrar la futilidad y desesperanza de la vida fuera de Dios. 1 Corintios 6:9 proclama que los homosexuales "ofensores" no heredarán el reino de Dios.

    Dios no crea una persona con deseos homosexuales. La Biblia nos dice que las personas se vuelven homosexuales a causa del pecado (Romanos 1:24-27) y más que nada por su propia elección. La homosexualidad es una de las cosas que aparecen en 1 Corintios 6:9-10 que evitarán a una persona entrar al reino de Dios. Según la Biblia, el perdón de Dios esta igual de disponible a un homosexual como lo esta a un adúltero, un adorador de ídolos, un asesino, un ladrón, etc. Dios también promete la fuerza para la victoria sobre el pecado, incluyendo la homosexualidad, a todos crean y confíen en Jesucristo para su salvación y dejen de cometer todos los pecados mortales y cambien su vida (1 Corintios 6:11, 2 Corintios 5:17; Filipenses 4:13). Una persona que tiene una vida de oración fuerte y una verdadera devoción a la Madre de Dios y al Santo Rosario será liberada de la homosexualidad sin ninguna duda.

    ¿Dios aprueba la homosexualidad? Por supuesto que no. ¿Puede una persona ser salvada y al mismo tiempo participar en actos de homosexualidad? No (1 Corintios 6:9).

    Sin embargo, la secta del Vaticano II niega la verdad de que la homosexualidad es el resultado de la idolatría y de negar y desobedecer a Dios.

    Antipapa Juan Pablo II, Nuevo Catecismo, #2357: “La homosexualidad (…) Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado.”

    Aquí vemos una afirmación de un documento oficial del Vaticano - la congregación para la doctrina de la fe sobre las uniones homosexuales - que dice que los actos homosexuales son malos, pero que la orientación homosexual no es necesariamente el resultado del pecado mortal (“Cardinal” Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) y Juan Pablo II el 28 de marzo de 2003, ha aprobado las presentes Consideraciones):

    “En la Sagrada Escritura las relaciones homosexuales ‘están condenadas como graves depravaciones, (…) (cf. Rm 1, 24-27; 1 Cor 6, 10; 1 Tim 1, 10). Este juicio de la Escritura por supuesto que no nos permite concluir que todos los que padecen esta anomalía [homosexualidad] son personalmente responsables de ella, sin embargo, atestigua que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados’. Este mismo juicio moral se encuentra en muchos escritores eclesiásticos de los primeros siglos, y ha sido aceptado unánimemente por la Tradición católica. (…)

    El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en la audiencia concedida al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 28 de marzo de 2003, ha aprobado las presentes Consideraciones, decididas en la Sesión Ordinaria de la misma, y ha ordenado su publicación.

    Dado en Roma, en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 3 de junio de 2003, memoria de San Carlos Lwanga y Compañeros, mártires.

    Joseph Card. Ratzinger
    Prefecto
    ”.

    Esto es malvado, no caritativo y falso.

    Una idea falsa comúnmente llevada a cabo en nuestros días es que Dios crea algunas personas homosexuales (o que la homosexualidad es el resultado de algún tipo de problema "psicológico"). De hecho, es evidente que muchas personas creen que no hay nada malo con la orientación homosexual, sino sólo en los actos homosexuales. La verdad es que Dios no crea a nadie con una orientación homosexual y que todos los que son verdaderos homosexuales (incluso los que no están participando en actos homosexuales) son homosexuales a causa de una posesión demoníaca y por un pecado mortal. Los que se burlan de esta declaración son simplemente liberales infieles que no quieren la verdad y no tienen un concepto del mundo sobrenatural.

    Romanos 1: “Debido a que, habiendo conocido a Dios, no le han glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido... quienes cambiaron la verdad de Dios por mentira; honrando y dando culto a la criatura antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos de los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas. Porque sus mujeres cambiaron el uso natural por el uso que es contra la naturaleza. Y, de igual manera, los hombres también, dejando el uso natural de las mujeres, se han quemado en sus concupiscencias uno hacia el otro, los hombres con los hombres haciendo lo que es inmundo y recibiendo en sí mismos la recompensa que se debía a su error... quienes hacen esas cosas son dignos de muerte y no sólo los que las hacen, sino que también los que dan consentimiento a los que las practican.”

    Romanos 1 claramente enseña que debido a que estas personas "adoraron y sirvieron a la criatura antes que al Creador" y "cambiaron la verdad de Dios por la mentira" Dios los entregó a la homosexualidad, que se describe como una AFECCION VERGONZOSA. Además, Romanos 1 claramente enseña que la homosexualidad es "contra la naturaleza", lo que significa que esta orientación es ajena a la naturaleza del hombre, es decir, NO ES INCULCADA POR DIOS.

    Los hombres y las mujeres se entregan a la homosexualidad por inundarse ellos mismos con pecados de impureza (masturbación, juegos preliminares, pecados sexuales dentro y fuera del matrimonio etc.) - así adorar a la carne en lugar de a Dios - y para ello son poseídos por el demonio de la lujuria, que los controla y corrompe toda su orientación. (Y pueden ser curados de esta.) Las gentes también se vuelven homosexuales mediante la participación en la idolatría o por albergar una perversa fascinación con los seres humanos por encima de Dios - adorar a la criatura antes que al Creador.

    La verdad de que todos los homosexuales están espiritualmente poseído por un espíritu demoníaco se ve corroborada por el hecho de que la sociedad ha visto recientemente un increíble aumento en el número de personas que se consideran a sí mismos homosexuales. Esto se explica fácilmente por el hecho de que, con el advenimiento y la explosión de la Internet y otros medios tecnológicos que permiten un acceso a la pornografía y la impureza fácil, más millones de personas están cometiendo pecados de impureza, millones de personas más se están convirtiendo en poseídos y muchísimos más se están volviendo homosexuales. (Y, por supuesto, no todos los que cometen pecados mortales impureza se vuelven homosexuales, pero aquellos que de alguna manera piensan que están bien porque no son homosexuales, a pesar de que están cometiendo pecados de impureza, son engañados y también están en el camino al infierno y a la esclavitud al diablo.)

    Pero hoy en día todo lo que escuchamos de "los cristianos" es que los actos homosexuales son erróneos, pero que la orientación homosexual está bien - es decir, no es culpa de ellos que sean homosexuales. Esta es una falsedad que hace avanzar la causa del diablo y el plan homosexual. También no ayuda a los homosexuales mismos. La idea de que no hay nada malo con la orientación homosexual (que contradice Romanos 1) es responsable del hecho de que: 1) Los seminarios del Novus Ordo se están desbordando con homosexuales, 2) Los homosexuales han adquirido tal influencia en la sociedad que sus estilos de vida y "las personas homosexuales "son aceptadas en la televisión convencional, 3) El "matrimonio" homosexual se ha legalizado en ciertos lugares. Si la verdad de que todos los homosexuales están poseídos espiritualmente - y que la homosexualidad es el resultado del pecado grave - no ha sido comprometida por los que profesan ser "católicos" o "cristianos", nada de esto habría sucedido. También debe tenerse en cuenta que las personas que se convierten en homosexuales a una edad muy temprana están simplemente espiritualmente poseídos por un espíritu demoníaco desde temprano en la vida.

    Entonces cuando miramos la aceptación y la promoción de la homosexualidad rampante entre los miembros de la secta del Vaticano II, sabed que ellos están aceptando y promoviendo una abominación. Cuando los vemos tolerar y hasta elogiar la orientación homosexual dentro de las personas que no practican actos homosexuales, sabed que ellos están tolerando y celebrando una posesión demoníaca de un alma.

    LAS HEREJÍAS DE FRANCISCO SOBRE LOS JUDÍOS

    Anti-Pope Francis I Bergoglio Celebrating Hanukkah, December 2012

    Los judíos rechazan que Jesucristo es Dios, sin embargo, Jesús dice en Juan 8, 24:

    “Si no creyereis que Yo soy, moriréis en vuestros pecados”.

    La Iglesia católica enseña infaliblemente que se debe creer en Jesucristo y guardar la fe católica para la salvación.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, credo dogmático Atanasiano, 1439: “Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe católica; y el que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para siempre… Pero es necesario para la eterna salvación creer también fielmente en la encarnación de nuestro Señor Jesucristo…”

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate Domino, 1441, ex cathedra: “La Santa Iglesia Romana cree firmemente, profesa y enseña que aquéllos que no están en el seno de la Iglesia Católica, no solamente los paganos, sino también los judíos o herejes y cismáticos, jamás compartirán la vida eterna, e irán irremediablemente al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles, a no ser que se hayan unido a la Iglesia antes de morir…”

    Ella enseña que es un pecado mortal observar o practicar el judaísmo. 

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, 1441, ex cathedra: “La Santa Iglesia Romana firmemente cree, profesa y enseña que las legalidades del Antiguo Testamento, o sea, de la Ley de Moisés, que se dividen en ceremonias, objetos sagrados, sacrificios y sacramentos cesaron una vez venido nuestro Señor Jesucristo… y empezaron los sacramentos del Nuevo Testamento… Denuncia consiguientemente como ajenos a la fe de Cristo a todos los que, después de aquel tiempo (la promulgación del Evangelio), observan la circuncisión y el sábado (el sábado judío) y guardan las demás prescripciones legales y que en modo alguno pueden ser partícipes de la salvación eterna…”

    Pero Francisco apoya la falsa religión del judaísmo y reza en las sinagogas:

    Francisco, Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 153: “Hace poco estuve en una sinagoga participando de una ceremonia. Recé mucho y, mientras lo hacía, escuché una frase de los textos sapienciales que no recordaba: ‘Señor, que en la burla sepa mantener el silencio’. La frase me dio mucha paz y mucha alegría”[1].

    III Concilio de Constantinopla, 680-681: “Si cualquier eclesiástico o laico entra en una sinagoga de los judíos o a las casas de reunión de los herejes para unirse en oración con ellos, que sean depuestos y privados de la comunión [excomunión]. Si cualquier obispo o sacerdote o diácono se une en oración con los herejes, que sea suspendido de la comunión [excomulgado].”

    El Tercer Concilio de Constantinopla definió infaliblemente que cualquier persona que reza en comunión con los judios o herejes ha de ser excomulgada y se le debe rechazar la comunión por rezar con judios o herejes.

    Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 176: “La Iglesia oficialmente reconoce que el pueblo de Israel sigue siendo depositario de las promesas. En ningún momento dice: ‘Perdieron el partido, ahora nos toca a nosotros’. Es un reconocimiento al pueblo de Israel”[2].

    Claramente esto significa que el pueblo judío (que rechaza a Cristo), “sigue siendo el pueblo depositario de las promesas”, esto es, el pueblo judío sigue siendo el pueblo elegido de Dios. Esto es una blasfemia contra Dios.

    Este increíble acto de apostasía de Francisco estaba directamente relacionado con su enseñanza herética de que la Antigua Alianza está todavía vigente.

    Antipapa Francisco, Evangelii Gaudium (# 247), Nov. 24, 2013: “Una mirada muy especial se dirige al pueblo judío, cuya Alianza con Dios jamás ha sido revocada... Los cristianos no podemos considerar al Judaísmo como una religión ajena, ni incluimos a los judíos entre aquellos llamados a dejar los ídolos para convertirse al verdadero Dios [Jesucristo y la Trinidad!]... Creemos junto con ellos en el único Dios que actúa en la historia, y acogemos con ellos la común Palabra revelada.”

    El Concilio de Florencia definió dogmáticamente que toda persona que tenga una posición contraria a la enseñanza de la Iglesia católica sobre Nuestro Señor Jesucristo o la Trinidad, o cualquiera de las verdades acerca de Nuestro Señor o de la Trinidad, es rechazada por Dios.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate Domino, 1442, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia Romana, fundada por la palabra del Señor y Salvador nuestro, firmemente cree, profesa y predica a un solo verdadero Dios, omnipotente, inmutable y eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo (…) A cuantos, por consiguiente, sienten de modo diverso y contrario, [la sacrosanta Iglesia Romana] los condena, reprueba y anatematiza, y proclama que son ajenos al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.”

    Esta es una definición dogmática infalible de la Iglesia Católica sobre las personas que tienen una opinión sobre Nuestro Señor Jesucristo o la Santísima Trinidad que es contraria a la de la Iglesia (p. ej., judíos, musulmanes, etc.). ¡El Concilio de Florencia define solemnemente que todo aquel que tiene una opinión contraria a la enseñanza de la Iglesia sobre Nuestro Señor y la Santísima Trinidad (p. ej., los judíos), es condenado y reprobado! Nota: el Concilio no se limita a decir que la opinión contraria a Nuestro Señor es reprobada, sino que la persona (p. ej., el judío) es reprobada. Este dogma se basa en la verdad que específicamente Nuestro Señor reveló en la Sagrada Escritura.

    Mateo 10, 33 “Y el que me negare delante de los hombres, lo negaré yo también delante de mi Padre, que está en los cielos.”

    La palabra "negar" significa rechazar, reprobar o repudiar. El que niega a Nuestro Señor es rechazado por Él. Pero en su Decreto sobre las religiones no-cristianas, el Vaticano II enseña todo lo contrario.

    Declaración del Vaticano II, Nostra Aetate (#4): “Y, si bien la Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios, no se ha de señalar a los judíos como reprobados de Dios ni malditos, como si esto se dedujera de las Sagradas Escrituras”

    Antipapa Francisco y el Vaticano II niega la verdad divinamente revelada en Mateo 10,33, que fue solemnemente definida por el Concilio de Florencia. La enseñanza del Vaticano II es manifiestamente herética.

    La Iglesia Católica enseña que la venida de nuestro Señor Jesucristo y la promulgación del Evangelio, la Antigua Alianza (es decir, el acuerdo hecho entre Dios y los judíos por la mediación de Moisés) cesó, y fue reemplazada por la Nueva Alianza de nuestro Señor Jesucristo. Es cierto que en algunos aspectos la Antigua Alianza sigue siendo válida, puesto que están incluidas en el Nuevo y Eterno Testamento de Jesucristo, como los diez mandamientos; pero la Antigua Alianza en sí (el acuerdo entre Dios y el pueblo judío) cesó con la venida del Mesías. Por lo tanto, decir que la Antigua Alianza sigue siendo válida es afirmar que el judaísmo es una religión verdadera y que Jesucristo en realidad no es el Mesías. Ello también es una negación del dogma católico definido, como la enseñanza del Concilio de Florencia, que definió ex cathedra que la Antigua Ley ahora está muerta y que aquellos que la practican (es decir, los judíos) no se pueden salvar.

    El Papa Benedicto XIV reiteró este dogma en su encíclica Ex quo primum

    Papa Benedicto XIV, Ex quo primum, # 61: “La primera consideración es que las ceremonias de la ley mosaica fueron derogadas por la venida de Cristo y que ya no pueden ser observadas sin pecado después de la promulgación del Evangelio

    Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi,# 29-30, 29 de junio de 1943: “Y, en primer lugar, con la muerte del Redentor, a la Ley Antigua abolida sucedió el Nuevo Testamento… en el patíbulo de su muerte Jesús abolió la Ley con sus decretos [Ef. 2, 15]… y constituyó el Nuevo en su sangre, derramada por todo el género humano. Pues, como dice San León Magno, hablando de la Cruz del Señor,de tal manera en aquel momento se realizó un paso tan evidente de la Ley al Evangelio, de la Sinagoga a la Iglesia, de lo muchos sacrificios a una sola hostia, que, al exhalar su espíritu el Señor, se rasgó inmediatamente de arriba abajo aquel velo místico que cubría a las miradas el secreto sagrado del templo’. En la Cruz, pues, murió la Ley Vieja, que en breve había de ser enterrada y resultaría mortífera…”

    El muro occidental en Jerusalén, llamada Muro de los Lamentos, es lo que quedó de la muralla de piedra del Templo judío en Jerusalén que fue destruido por los romanos el año 70 d.C. Los judíos rezan el Muro de los Lamentos como siendo el sitio más sagrado del judaísmo. La destrucción del templo el año 70 d.C. siempre ha sido entendida por los católicos para significar la sentencia de Dios sobre los judíos. La destrucción del templo impidió que los judíos pudieran ofrecer el sacrificio, lo que significó que su religión había llegado a su fin. La destrucción del templo fue la poderosa señal de Dios para los judíos de que el Mesías había venido, que la Antigua Alianza había cesado, y que el templo había sido reemplazado por la Iglesia católica.

    Entonces, cuando un judío reza en la muralla occidental, o deja una oración allí, es una negación de que Jesucristo es el Mesías; es una afirmación de que él cree que la Antigua Alianza todavía está vigente; y es un lamentable y triste intento de ignorar el claro aviso de Dios de que los judíos abandonen el templo destruido y entren en la Iglesia católica.

    iglesia catolica
    Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco I rezando en el Muro de los Lamentos

    Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 46: “También existe la intercesión ministerial de un rabino o presbítero que ora o pide por la salud de otro y se da. Para mí lo que avala una persona que está según la ley de Dios en la sanación es la sencillez, la humildad, la falta de espectacularidad”[3].

    Entonces Francisco cree que los rabinos judíos tienen un verdadero ministerio espiritual de intercesión “según la ley de Dios”.

    Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, pp. 203-204, dirigiéndose al rabino judío Skorka, Francisco dice: “… no olvido que usted me invitó dos veces a orar y hablar en su sinagoga. Y yo lo invité para que les hablara sobre los valores a mis seminaristas[4].

    En la catedral de Buenos Aires, Argentina, el 15 de abril de 1998, Francisco realizó un servicio interreligioso para honrar a judíos fallecidos. Durante esta reunión, Francisco les dijo a los judíos:

    “… todos somos hermanos, porque llevamos el sello de Dios en nuestro corazón[5].

    El sello de Dios es el bautismo que los judíos rechazan.

    En septiembre de 2004, Francisco participó en un servicio judío dentro de una sinagoga[6]. Y el 9 de noviembre de 2005, Francisco realizó otro servicio en una basílica conmemorando a los judíos fallecidos[7]. Él encendió el candelabro en “honor” de los judíos – es decir, los Judíos fallecidos, condenados.

    Los Padres de la Iglesia son unánimes desde el comienzo de la era apostólica – basados en las palabras de Jesucristo en Juan 3, 5 –, de que nadie en absoluto puede ser salvo sin recibir el sacramento del bautismo y la fe católica.

    P. William Jurgens: “Si no hubiese una tradición constante en los Padres de que el mensaje evangélico de ‘Quien no renaciere del agua y el Espíritu Santo, no puede entrar en el reino de Dios’ debe ser tomado en absoluto... Pero la tradición, de hecho está ahí, y es bastante probable que se encuentre tan constante como para constituir revelación.”

    Por lo tanto, no se puede asistir a servicios no católicos, funerales o matrimonios, por ninguna razón, y mucho menos para apaciguar amigos, parientes o compañeros de trabajo y darles a los no católicos la falsa impresión de que sus vidas no católicas pueden conseguir la salvación o que los matrimonios no católicos son agradables a Dios.

    Además, definitivamente, uno no debe ir a la recepción de la boda o acontecimientos funerales después de los servicios. Porque ello es dar a los no católicos la falsa impresión de lo mismo: que su matrimonio es agradable a Dios o que las personas se pueden salvar como no católicos. Un verdadero católico debe rechazar por completo todos los eventos asociados a funerales y bodas no católicas, incluyendo los acontecimientos receptivos que siguen después del servicio.

    Papa Pío XI, Mortalium animos, # 9, 6 de enero de 1928: “Nadie, ciertamente, ignora que San Juan, el Apóstol mismo de la caridad, el cual en su Evangelio parece descubrirnos los secretos del Corazón Santísimo de Jesús, y que solía inculcar continuamente a sus discípulos el nuevo precepto Amaos unos a los otros, prohibió absolutamente todo trato y comunicación con aquellos que no profesasen, íntegra y pura, la doctrina de Jesucristo: ‘Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, y ni siquiera le saludéis’ (II Juan 10).”

    En el 2007, Francisco asistió a los servicios judíos de Rosh Hashaná en una sinagoga en Argentina. Durante su visita le dijo a la congregación judía que él había ido a la sinagoga para examinar su corazón, “como caminante, junto a ustedes mis hermanos mayores”[8].

    El 7 de julio de 2008, Francisco aprobó los libros del rabino Sergio Bergman. Francisco lo llamó un “creyente” y dijo que “… su trabajo es el de un rabino que, como maestro, nos ayuda…”[9].

    El 7 de junio de 2010, Francisco visitó el centro judío en Argentina[10] y llamó a los judíos de “nuestros hermanos mayores”[11] y “el pueblo elegido de Dios”[12]. También rezó en frente de una lista de judíos fallecidos rindiéndoles honor.

    11 de octubre de 2012, Francisco le otorgó al rabino Abraham Skorka – quien se sabe es defensor de la homosexualidad – un título honoris causa en una universidad “católica”. Después que el rabino recibió el doctorado, dijo: “Estamos esperando el Mesías, pero para que Él llegue, le tenemos que preparar el terreno…”[13].

    Entonces el rabino rechazó explícitamente al Mesías Jesucristo justo en frente de Francisco.

    El 12 de noviembre de 2012, Francisco fue el orador principal y tomó parte activa en otra ceremonia religiosa judía dentro de la catedral de Buenos Aires, Argentina[14]. Esta ceremonia religiosa judía se dedicó nuevamente en honor a los judíos fallecidos. El último candelabro que conmemoraba a los judíos muertos fue encendido por Francisco junto con un rabino[15].

    Bajo la dirección de Francisco, los servicios memoriales para honrar a los judíos fallecidos se han celebrado en las supuestas iglesias católicas en Argentina cada año desde 1998.

    Tomar parte en una ceremonia religiosa judía por judíos muertos es apostasía total de la fe católica.

    Papa Pío XI, Mortalium animos, # 10: “Siendo todo esto así, claramente se ve que ni la Sede Apostólica puede en manera alguna tener parte en dichos Congresos [con los no católicos], ni de ningún modo pueden los católicos favorecer ni cooperar a semejantes intentos…”

    Concilio de Laodicea, Siglo IV, Canon 6: “Nadie rezará en común con los herejes y cismáticos... No se le permite a los herejes entrar en la casa de Dios mientras ellos continúen en herejía.”

    Concilio de Cartago: “Uno no debe rezar ni cantar salmos con los herejes, y quien se comunique con aquellos que han sido cortados de la comunión de la Iglesia, ya sea clero o laico: que sea excomulgado.”

    El 14 de diciembre de 2012, pocos meses antes de su elección como antipapa, Francisco celebró la Janucá con los judíos en Argentina, en la que Francisco encendió una menorá[16].

    El 13 de marzo de 2013, tan sólo unas horas después de que Francisco fuera elegido Antipapa, él envió una carta de saludo al negador de Cristo, el rabino jefe de Roma[17].

    El 25 de marzo de 2013, Francisco envió un telegrama al rabino jefe de Roma con motivo de la Pascua, diciéndoles que él estimaba a los judíos y les pidió que rezaran por él. También pidió para que Dios “siga librándoos de todo mal”[18] a pesar que el rabino rechaza a Jesús – el único que puede librarnos del mal.

    En su discurso del 24 de junio de 2013 para los miembros del comité judío internacional, Francisco llamó a los judíos de creyentes y les pidió que rezaran por él[19].

    Papa León XIII, Satis Cognitum (# 5), 29 de junio de 1896: “Quien se separa de la Iglesia para unirse a una esposa adúltera, renuncia a las promesas hechas a la Iglesia. Quien abandona a la Iglesia de Cristo no logrará las recompensas de Cristo.”

    A finales de septiembre 2013, el Antipapa Francisco invitó al Vaticano a su amigo, el rabino judío Abraham Skorka. Una entrevista con el periódico La Stampa Skorka reveló más de la increíble apostasía de Francisco y su aceptación total del judaísmo.

    Skorka explica que durante su visita con Francisco en el Vaticano, que comenzó el 25 de septiembre de 2013, Francisco lo ayudó a practicar el judaísmo y observar las ceremonias de la ley mosaica; Francisco también respondió a las oraciones judías de Skorka; y Francisco rechazó el proselitismo (esto es, tratar de convertir a Skorka al catolicismo).

    El artículo se llama: Francisco y el rabino Skorka hacen historia en el Vaticano. Dice Skorka:

    “‘Desayunamos, almorzamos y cenamos juntos cada día. Él cuida de mí, y me supervisa la comida, controlando que sea kosher, y según mis tradiciones religiosas. Para mí son días festivos, tengo que hacer ciertas bendiciones a la hora de las comidas y, desarrollo la última oración y la traduzco. Él me acompaña junto con los demás en la mesa – sus secretarios y un obispo, y todos ellos responden al final con un «Amén», dijo el rabino’.

    ‘Estamos soñando con el Papa ir juntos a Israel pronto. Se está trabajando en el tema… Hablé con él [Francisco] acerca de la evangelización, y me afirmó enfáticamente que la Iglesia católica no puede participar en el proselitismo’, dijo”[20].

    El Antipapa Francisco practica el judaísmo con Abraham Skorka en el Vaticano

    El proselitismo es tratar de convertir al otro. Francisco enseña enfáticamente que las personas no deben tratar de convertir a los no católicos a la fe católica.

    Francisco, Mensaje de video por la fiesta de San Cayetano, 7 de agosto de 2013: “¿Voy a convencer a otro a que sea católico? ¡No, no, no!”[21].

    Es un hecho que Francisco enseña que la fe de Roma no debe ser mantenida por los no católicos; por lo tanto, es claro que se engañan quienes creen que él tenía la verdadera fe católica.

    Papa León XIII, Satis cognitum, # 13, 29 de junio de 1896: “No puede creerse que guardáis la fe católica los que no enseñáis que se debe guardar la fe romana.”

    Papa León XIII, Satis cognitum, # 13, 29 de junio de 1896: “Quien no quiera ser hereje ni sentar plaza de tal no trate de satisfacer a éste ni al otro (…) Apresúrese a satisfacer en todo a la Sede de Roma.”

    Quienes dicen, frente a estos hechos, que Francisco debe ser considerado un católico verdadero (en otras palabras, que él era un Papa verdadero), están negando esta enseñanza de la Iglesia.

    Las acciones de Francisco claramente constituyen herejía y apostasía, un rechazo total de Jesucristo y de la fe católica. ¿Quién se atrevería a negar a Jesucristo y decir que el apóstata malvado Francisco, que rechaza por completo a Jesucristo y a su fe, es el representante (o mejor dicho el líder) de la Iglesia de Jesucristo?

    Francisco es un hereje, no un católico. Según la enseñanza católica, los herejes no pueden ser Papas válidos. Francisco no es más que un antipapa no católico que falsamente pretende ser el líder de la Iglesia católica.

    El Concilio de Florencia definió como dogma que “peca mortalmente” quien observe el judaísmo o la ley mosaica después de la promulgación del Evangelio. El Concilio igualmente declaró que el judaísmo y la ley mosaica no pueden observarse “sin pérdida de la salvación eterna”.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, 1441, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia romana (…) Firmemente cree, profesa y enseña que las legalidades del Antiguo testamento, o sea, de la Ley de Moisés, que se dividen en ceremonias, objetos sagrados, sacrificios y sacramentos, como quiera que fueron instituidas en la gracia de significar algo por venir, aunque en aquella edad eran convenientes para el culto divino, cesaron una vez venido nuestro Señor Jesucristo, quien por ellas fue significado, y empezaron los sacramentos del Nuevo Testamento. Y que mortalmente peca quienquiera ponga en las observancias legales su esperanza después de la pasión, y se someta a ellas, como necesarias a la salvación, como si la fe de Cristo no pudiera salvarnos sin ellas. No niega, sin embargo, que desde la pasión de Cristo hasta la promulgación del Evangelio, no pudiesen salvarse, a condición, sin embargo, de que no se creyesen en modo alguno necesarias para la salvación; pero después de promulgado el Evangelio, afirma que, sin pérdida de la salvación eterna, no pueden salvarse. Denuncia consiguientemente como ajenos a la fe de Cristo a todos los que, después de aquel tiempo (la promulgación del Evangelio), observan la circuncisión y el sábado (el sábado judío) y guardan las demás prescripciones legales y que en modo alguno pueden ser partícipes de la salvación eterna, a no ser que un día se arrepientan de esos errores.”

    Entonces al ayudar a Skorka a practicar el judaísmo y observar las ceremonias de la Antigua Ley, Francisco niega flagrantemente la enseñanza dogmática de la Iglesia católica, él anima a Skorka a cometer pecado mortal y practicar una religión no cristiana que rechaza a Jesús.

    1 Juan 2, 23 “Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre.”

    1 Juan 5, 12 “… el que no tiene al Hijo de Dios, tampoco tiene la vida.”

    Las acciones de Francisco a este respecto son herejía y apostasía porque sus obras, al igual que sus palabras, son manifestaciones de su posición, esto es, que es aceptable practicar el judaísmo, observar la Antigua Ley y rechazar a Jesús. Y esa posición es una negación del dogma católico.

    Como lo enseñó Santo Tomás de Aquino:

    Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica, p. I-II, q. 103., art. 4: “… tal es la profesión que el hombre hace con las obras cual es la que hace con las palabras. Y, si en una y otra profesa el hombre alguna falsedad, peca mortalmente”.


    El Antipapa Francisco con líderes judíos argentinos en un almuerzo kosher y oración conjunta, enero de 2014

    PrensaJudia, 24 de enero de 2014: “AJN.- La imagen tuvo gran repercusión en las redes sociales en cuestión de segundos. El ex cardenal Jorge Bergoglio mantuvo este jueves un almuerzo con 15 dirigentes de la comunidad judía argentina, quienes pudieron disfrutar de una comida kosher y cantar en hebreo en la mismísima residencia de Santa Marta, en el Vaticano. Una simple mesa simbolizó un hito en la historia del diálogo interreligioso. … Algunos de los que asistieron aseguraron a AJN que fue la primera vez que se sirvió comida kosher y que se cantó en hebreo en el Vaticano. Una simple mesa simbolizó un hito en la historia del diálogo interreligioso. “Hine ma tov umá naím shébet ajim gam iájad” fue la canción que entonaron junto al Papa, el fragmento de un salmo que reivindica lo “bueno y lindo” que es “que los hermanos se sienten juntos” [Salmos 133]. “Es una de las canciones más significativas para el pueblo judío y simboliza lo bueno que es estar todos reunidos”, expresó una de los dirigentes.”

    La revelación de Skorka de que Francisco también no trató de evangelizarlo o hacer proselitismo o convertirlo, prueba aún más que Francisco rechaza el dogma católico definido de que fuera de la Iglesia no hay salvación y el dogma de que la fe en Jesucristo es necesaria para la salvación.

    Francisco no solamente es un completo apóstata que aprueba el judaísmo y rechaza la enseñanza católica, sino que es cierto decir que él es de hecho un judío practicante. Esto se debe porque Francisco celebra fiestas judías y ha participado en ceremonias y cultos judíos. Él incluso celebró la Janucá con judíos en una sinagoga el 14 de diciembre de 2012.

    Anti-Pope Francis I Bergoglio Celebrating Hanukkah, December 2012
    Bergoglio celebró la Janucá con judíos en una sinagoga el 14 de diciembre de 2012

    Y como lo señaló Skorka, cuando él había dicho sus oraciones y había ejercido las ceremonias judaicas como “observancias” de la Antigua Ley y en días festivos del judaísmo, Francisco lo ayudó e incluso participó en ellas al decir “Amén”. Por lo tanto, Francisco ha llevado a cabo repetidamente la participación activa en el judaísmo.

    Esto quiere decir que además de ser un Antipapa herético que falsamente reclama ser un católico, ¡Francisco es un judío practicante!

    LAS HEREJÍAS DE FRANCISCO SOBRE EL ISLAM

    El islam es una religión falsa que niega la divinidad de Cristo y rechaza la Santísima Trinidad y la fe católica a nivel masivo, y que mantiene a cientos de millones en las tinieblas del diablo. Además de rechazar al verdadero Dios, el islam permite la poligamia hasta cuatro esposas, y sus seguidores (los musulmanes) propagan esta falsa religión con un celo no sin igual entre los demás. El islam es entre las falsas religiones la más cruelmente anti-cristiana. En muchos países islámicos la conversión al cristianismo significa la muerte. La propagación de la verdadera fe está estrictamente prohibida por los musulmanes. La sociedad islámica es una de las más malvadas de la historia humana.

    La Iglesia católica considera oficialmente el islam una secta “abominable” y “diabólica”.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Basilea, 1434: “… existe la esperanza de que un gran número de la abominable secta de Mahoma será convertido a la fe católica.”

    Papa Calixto III: “Yo prometo… exaltar la fe verdadera, y exterminar con la secta diabólica de los reprobados e infieles de Mahoma [islam] en el Oriente.”

    Una “abominación” es algo que es aborrecible a la vista de Dios. Es algo por lo que Él no tiene respeto y estima. Algo “diabólico” es algo que es del diablo. El islam rechaza, entre muchos otros dogmas, la divinidad de Jesucristo y la Trinidad. Sus seguidores están fuera de los límites de la salvación, siempre y cuando se mantengan musulmanes.

    Papa Clemente V, Concilio de Vienne, 1311-1312: “Es un insulto para el santo nombre y una deshonra para la fe cristiana que en ciertas partes del mundo sujetas a príncipes cristianos donde viven sarracenos [es decir, los seguidores el islam, también llamados musulmanes], a veces separados, a veces mesclados con los cristianos, los sacerdotes sarracenos, comúnmente llamados zabazala, en sus templos y mezquitas, donde los sarracenos se reúnen para adorar al infiel Mahoma, invocado en voz alta y exaltando su nombre cada día a ciertas horas en un lugar elevado (…) Hay un lugar, además, donde fue enterrado un sarraceno que otros sarracenos veneran como santo. Esto trae descrédito a nuestra fe y da gran escándalo a los fieles. Estas prácticas no se pueden tolerar sin disgustar a la divina majestad. Nos, por tanto, con la aprobación del sagrado concilio, prohibimos estrictamente esas prácticas, a partir de ahora, en tierras cristianas. Nos lo ordenamos a todos y cada uno de los príncipes católicos (…) Ellos deben eliminar esta ofensa en sus territorios y velar para que sus súbditos la eliminen, para que así puedan alcanzar la recompensa de la felicidad eterna. Se les prohíbe expresamente la invocación pública del sacrílego nombre de Mahoma (…) Los que presuman actuar de otra manera deberán ser castigados por los príncipes por su irreverencia, para que otros puedan ser disuadidos de tal osadía.”

    La Iglesia, además de enseñar que todos los que mueren como no católicos se pierden, también enseña que a nadie se le debe obligar a abrazar el bautismo, porque la creencia es un acto libre de la voluntad.

    Papa León XIII, Immortale Dei, #36, 1 de noviembre de 1885: “Es, por otra parte, costumbre de la Iglesia vigilar con mucho cuidado para que nadie sea forzado a abrazar la fe católica contra su voluntad, porque, como observa acertadamente San Agustín, ‘el hombre no puede creer más que de buena voluntad.’”

    La enseñanza del Concilio de Vienne de que los príncipes cristianos deben hacer valer su autoridad civil para prohibir la expresión de la falsa religión del islam muestra, una vez más, que el islam es una religión falsa que lleva las almas al infierno y desagrada a Dios.

    Sin embargo, el 2 de agosto de 2005, Francisco oró frente al cadáver del presidente musulmán del Centro Islámico en Argentina[22]. El cuerpo fue colocado en dirección al oriente hacia la Mecca. El imam islámico recitó versículos del Corán y pidió por las bendiciones de Mahoma. Francisco dijo que:

    “Con mi oración pido al Creador, Clemente, Misericordioso, le retribuya todo el bien que hizo”[23].

    Santo Tomás de Aquino enseñó:

    “… si alguien adorara el sepulcro de Mahoma, sería considerado como apóstata[24].

    La acción de Francisco de venerar el cadáver de un líder musulmán condenado es equivalente a adorar el sepulcro de Mahoma.

    La apostasía de Juan Pablo II con los musulmanes
    El 14 de mayo de 1999, Juan Pablo II reverenció y besó el Corán. El Corán es el libro sagrado de los musulmanes que blasfema contra la Santísima Trinidad y niega la divinidad de Jesucristo. El reverenciar el libro sagrado de una falsa religión siempre ha sido considerado un acto de apostasía – un rechazo total de la verdadera religión. Este solo acto hace de Juan Pablo II un apóstata; porque ello equivale a adorar la tumba de Mahoma, y a lo que Santo Tomás considera ser un apóstata.

    Antipapa Francisco, Evangelii Gaudium (# 252), Nov. 24, 2013: “Los escritos sagrados del Islam...”

    El 29 de junio de 2010 Francisco visitó un centro islámico y dijo:

    “Yo vine como hermano a estrechar vínculos”[25].

    En su homilía del 8 de julio de 2013, Francisco habló de los musulmanes diciendo:

    “Quiero tener un recuerdo para los queridos inmigrantes musulmanes que esta tarde comienzan el ayuno del Ramadán, con el deseo de abundantes frutos espirituales”[26].

    En su mensaje del 10 de julio de 2013 a los musulmanes por la conclusión del Ramadán, Francisco dijo:

    “… aprecio y amistad para todos los musulmanes, especialmente aquellos que son líderes religiosos. (…) Entre cristianos y musulmanes, estamos llamados a respetar la religión del otro, sus enseñanzas, símbolos y valores. Un respeto especial se debe a los líderes religiosos y los lugares de culto… a pensar y hablar de un modo respetuoso de otras religiones y de sus seguidores, evitando ponerlos en ridículo o denigrar sus creencias y prácticas… ¡Feliz fiesta a todos vosotros!”[27].

    Respetar a una falsa religión, sus enseñanzas o sus seguidores – como lo hace Francisco – está condenado por la enseñanza católica. Ello es apostasía de la fe católica.

    El Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, 1444, ex cathedra: “La Santa Iglesia Romana cree firmemente, profesa y enseña que aquéllos que no están en el seno de la Iglesia Católica, no solamente los paganos, sino también los judíos o herejes y cismáticos, jamás compartirán la vida eterna, e irán irremediablemente al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles, a no ser que se hayan unido a la Iglesia antes de morir; también que la unidad del cuerpo Eclesiástico es tal que los Sacramentos de la Iglesia solo pueden beneficiar a aquellos que permanecen en Ella, y que los ayunos, actos de caridad, y otras obras de piedad realizados por los fieles serán premiados eternamente; además, todo aquel, no importando lo grande que hayan sido sus limosnas y obras de caridad, y no importando de que llegase a derramar su sangre por causa de Cristo, no puede salvarse si no se hallare en el seno y unidad de la Iglesia Católica.”

    Tenga en cuenta que el Concilio de Florencia define dogmáticamente la necesidad de la fe católica para la salvación, él recalca en las oraciones, limosnas y ayunos de los que pertenecen al seno de la Iglesia. Declara que las limosnas no beneficiarán a los que están fuera de la Iglesia.

    Antipapa Francisco, Evangelii Gaudium (# 252), Nov. 24, 2013: “… y es admirable ver cómo jóvenes y ancianos, mujeres y varones del Islam son capaces de dedicar tiempo diariamente a la oración y de participar fielmente de sus ritos religiosos.”

    Es interesante que el Vaticano II, al elogiar a los musulmanes y su falsa religión, utiliza casi exactamente el mismo lenguaje que el Concilio de Florencia, pero una vez más en sentido contrario: el Vaticano II elogia los ayunos, las limosnas y las oraciones de los miembros de una falsa religión no-católica.

    El documento del Vaticano II, Nostra aetate, # 3: “La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios. (…) Por tanto, aprecian la vida moral, y honran a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno.”

    Aquí nos encontramos que el Vaticano II enseña que los musulmanes adoran al único Dios, el Creador del cielo y de la tierra. Esta es similar a, pero ligeramente diferente de la herejía que ya hemos expuesto en Lumen Gentium. El falso dios de los musulmanes (que no es la Trinidad) no creó el cielo y la tierra. Es la Santísima Trinidad quien creó el cielo y la tierra.

    Papa San León IX, Congratulamur vehementer, 13 de abril de 1053: “Creo firmemente que la Santísima Trinidad, Padre e Hijo y Espíritu Santo, es un solo Dios omnipotente y que toda la divinidad en la Trinidad es coesencial y consustancial, coeterna y coomnipotente, y de una sola voluntad, poder y majestad: creador de todas las criaturas, de quien todo, por quien todo y en quien todo, cuanto hay en el cielo y en la tierra, lo visible y lo invisible. Creo también que cada una de las personas en la santa Trinidad son un solo Dios verdadero, pleno y perfecto.”

    Quizás el más chocante herejía se encuentra en Lumen Gentium 16. Aquí nos encontramos con la secta del Vaticano II y sus antipapas enseñando que el dios de los musulmanes (que no es Jesucristo) juzgará a los hombres al fin del mundo. Esto significa que Jesucristo no juzgará a la humanidad en el último día, sino que lo hará el dios de los musulmanes. Esta es una negación de la segunda venida de Jesucristo para juzgar a los vivos y los muertos.

    El documento del Vaticano II, Lumen Gentium # 16: “Pero el designio de salvación abarca también a los que reconocen al Creador, entre los cuales están en primer lugar LOS MUSULMANES, que, confesando adherirse a la fe de Abraham, ADORAN CON NOSOTROS A UN DIOS ÚNICO, MISERICORDIOSO, QUE JUZGARÁ A LOS HOMBRES EN EL DÍA POSTRERO.”

    Antipapa Pablo VI, Discurso, 2 de diciembre de 1977: “… los musulmanes, que profesan la fe de Abraham, y adoran con nosotros al único Dios misericordioso, que juzgará a los hombres en el día postrero, como declaró solemnemente el Concilio Vaticano II.”

    Antipapa Juan Pablo II, Nuevo Catecismo, párrafo 841: “… los musulmanes, que profesan tener la fe de Abraham y adoran con nosotros al Dios único y misericordioso que juzgará a los hombres al fin del mundo.”

    Antipapa Benedicto XVI, Discurso, 25 Sept. 2006: “Quiero reiterar hoy toda la estima y el profundo respeto que tengo por creyentes Musulmanes, trayendo a la memoria las palabras del Segundo Concilio Vaticano que por la Iglesia Católica son la Carta Magna de diálogo Musulmán-Católico: ‘La Iglesia considera Musulmanes con respeto. Adoran al único Dios vivo y subsistente, [‘misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios.’ El documento del Vaticano II, Nostra aetate, # 3] (…) En este tiempo cuando por Musulmanes la viaje espiritual del mes de Ramadán está empezando, me dirijo a todos ellos, mis buenos deseos cordiales…”

    Antipapa Francisco, Evangelii Gaudium (# 252), Nov. 24, 2013: “Islam... ellos, «confesando adherirse a la fe de Abraham, adoran con nosotros a un Dios único, misericordioso, que juzgará a los hombres en el día final».”

    ¡Esta es una blasfemia increíble! Los católicos adoran a Jesucristo y a la Santísima Trinidad; ¡los musulmanes no!

    Papa San Dámaso, Concilio de Roma, 382, can. 15: “Si alguno no dijere que Él [Cristo]… ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, es hereje.”

    Hasta un niño entiende que no tenemos al mismo Dios.

    El Papa Gregorio XVI, Summo Iugiter Studio (# 6), 27 de mayo de 1832: “Por lo tanto, deben instruirlos en la verdadera adoración de Dios, que es única para la religión católica.”

    El Papa San Gregorio Magno: “La sacrosanta Iglesia universal enseña que no es posible adorar a Dios verdaderamente excepto en ella…”

    Algunos intentan defender esta horrible herejía del Vaticano II y sus antipapas afirmando que los musulmanes reconocen y adoran a un único Dios todopoderoso. Ellos argumentan de la siguiente manera: Hay un solo Dios. Y puesto que los musulmanes adoran al único Dios todopoderoso – no a muchas deidades, como los politeístas – ellos adoran al mismo Dios todopoderoso que los católicos.

    Si fuera cierto que los musulmanes adoran al mismo Dios, porque ellos adoran al mismo único Dios todopoderoso que los católicos, entonces todo aquel que profese adorar a un único Dios todopoderoso, adora al único verdadero Dios junto con los católicos. Y sean se acabó. Eso significaría que aquellos que adoran a Lucifer como el único verdadero Dios todopoderoso, ¡adoran al mismo Dios que los católicos! Pero esto es claramente absurdo. Esto bastaría para demostrar a cualquiera que el Vaticano II es herético. ¡Los que rechazan a la Santísima Trinidad no adoran al mismo Dios que los que adoran a la Santísima Trinidad!

    Claramente es una negación de la Santísima Trinidad afirmar que los musulmanes adoran al Dios verdadero sin adorar a la Trinidad. En segundo lugar, y peor aún cuando se considera con cuidado, está la sorprendente afirmación que los musulmanes ¡adoran al único Dios misericordioso que juzgará a los hombres el último día! Esta es una herejía increíble. Los musulmanes no adoran a Jesucristo, quien es y será el supremo juez de la humanidad en el último día. Por lo tanto, ¡ellos no adoran al Dios que juzgará a la humanidad en el día final! Decir que los musulmanes adoran al Dios que juzgará a la humanidad el día final, como lo hace el Vaticano II en la Lumen Gentium 16, y el antipapas del Vaticano II, y últimamente Francisco en la Evangelii Gaudium 252, es negar que Jesucristo juzgará a la humanidad en el último día.

    El Papa San Dámaso I, Concilio de Roma, canon 15: “Si alguno no dijere que ÉL [CRISTO] (…) EL CUAL HA DE VENIR A JUZGAR A LOS VIVOS Y A LOS MUERTOS, ES HEREJE.”

    Además de esta asombrosa herejía, en Nostra aetate 3 también dice que la Iglesia Católica mira a los musulmanes con aprecio, que procuran someterse con toda el alma a Dios al igual como lo hizo Abraham. Pero la admiración del Vaticano II por los musulmanes infieles no es compartida por la Iglesia Católica. La Iglesia desea la conversión y la eterna felicidad de todos los musulmanes, pero ella reconoce que el islam, es una religión horrible y falsa. Ella no supone que ellos se someten a Dios. Ella sabe que ellos pertenecen a una falsa religión.

    El Papa Eugenio IV, Concilio de Basilea, sesión 19, 7 de septiembre de 1434: “… existe la esperanza de que un gran número de la abominable secta de Mahoma será convertida a la fe católica.”

    El Papa Benedicto prohíbe estrictamente a los católicos poner incluso nombres musulmanes a sus hijos bajo pena de condenación.

    El Papa Benedicto XIV, Quod Provinciale, 1 de agosto de 1754: “El Concilio provincial de vuestra provincia de Albania (…) decretó de la manera más solemne en su tercer canon, entre otras materias, como sabéis, que no se les debe poner nombres turcos o mahometanos a los hijos o adultos en el bautismo. (…) Esto no debería ser difícil para ninguno de vosotros, venerables hermanos, ya que ninguno de los cismáticos y herejes han cometido la imprudencia de tomar un nombre musulmán, y a menos que vuestra justicia abunde más que la de ellos, no entraréis en el reino de los cielos.”

    LAS HEREJÍAS DE FRANCISCO SOBRE LAS OTRAS FALSAS RELIGIONES

    Antipapa Francisco, Evangelii Gaudium (# 254), Nov. 24, 2013: “Los no cristianos [como ateos y paganos], por la gratuita iniciativa divina, y fieles a su conciencia, pueden vivir «justificados mediante la gracia de Dios», y así «asociados al misterio pascual de Jesucristo». Pero, debido a la dimensión sacramental de la gracia santificante, la acción divina en ellos tiende a producir signos, ritos, expresiones sagradas [no cristianos!] que a su vez acercan a otros a una experiencia comunitaria de camino hacia DiosEl mismo Espíritu suscita en todas partes diversas formas de sabiduría práctica que ayudan a sobrellevar las penurias de la existencia y a vivir con más paz y armonía… que puede ayudarnos a vivir mejor nuestras propias convicciones.”

    ¡Esta es una blasfemia increíble! Francisco dice no-cristianos pueden vivir justificados por “la gracia santificante” mediante la gracia de Dios. La Iglesia Católica enseña como dogma que sólo hay una sola verdadera religión y un solo Dios verdadero. La Iglesia enseña que todas las religiones no católicas son falsas y son del diablo. Es un dogma de la fe católica que fuera de la Iglesia Católica no hay salvación (extra ecclesiam nulla salus). Esto ha sido definido ex cathedra siete veces por los Papas.

    Papa San Gregorio Magno, 590-604: “La santa Iglesia universal enseña que no es posible adorar verdaderamente a Dios excepto en ella, y asevera que todos los que están fuera de ella no serán salvos.” (The Papal Encyclicals, edición inglesa, Vol. 1 (1740-1878), p. 230)

    Gregorio XVI, Summo iugiter studio, #2, 27 de mayo de 1832: “Finalmente, algunas de estas personas descarriadas intentan persuadirse a sí mismos y a otros que los hombres no se salvan sólo en la religión católica, sino que incluso los herejes pueden obtener la vida eterna.”

    Todas las otras religiones pertenecen al diablo. Esta es la enseñanza de Jesucristo, la Iglesia Católica y la Sagrada Escritura.

    Salmo 95, 5: “Todos los dioses de los gentiles son demonios…”

    1 Corintios 10, 20: “Antes bien, digo que lo que sacrifican los gentiles, a los demonios y no a Dios lo sacrifican. Y no quiero yo que vosotros tengáis parte con los demonios.”

    El término paganismo se refiere a la adoración a los falsos dioses y las religiones falsas y politeístas, como el budismo, el hinduismo, etc. La Iglesia Católica enseña que los dioses adorados por los miembros de las religiones paganas son demonios.

    Papa Pío XI, Ad salutem, #27, 20 de abril de 1930: “… toda compulsión y locura, todo ultraje y lujuria, son introducidos en la vida del hombre por los demonios a través de la adoración de falsos dioses.”

    Todo aquel que muestre aprecio por las religiones no cristianas, o las considere buenas o dignas de respeto, niega a Jesucristo y es un apóstata.

    Sin embargo, en el libro Sobre el Cielo y la Tierra, página 218, Francisco escribió acerca de los nuevos sistemas y movimientos de creencias religiosas. Él declaró:

    “Soy respetuoso de nuevas propuestas espirituales… Sobrevivir al paso del tiempo es la mejor prueba de la pureza espiritual”[28].


    Kali, uno de los aproximadamente 330.000 falsos dioses que adoraban los hindúes - una religión que no es condenado, sino alabada por el Vaticano II

    Por tanto, según el apóstata Francisco, la falsa religión del hinduismo es una espiritualidad “respetuoso” y “pura” porque ha existido por 3.000 años y ha sobrevivido al “paso del tiempo”.

    El documento del Vaticano II, Nostra aetate también se asegura de recordar cuán grande es el mundo del budismo, y cómo esta falsa religión conduce a la más alta contemplación. 

    El documento del Vaticano II, Nostra aetate, # 2: “En el budismo, según sus varias formas, se reconoce la insuficiencia radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el que los hombres, con espíritu devoto y confiado pueden adquirir el estado de perfecta liberación o la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos apoyados con el auxilio superior.”

    El Vaticano II dice que en el budismo ¡«enseña el camino» por el cual los hombres pueden adquirir la suprema iluminación! Esto es apostasía. Esta es una de las peores herejías del Vaticano II. Más adelante, lea cómo Pablo VI (el hombre que promulgó solemnemente el Vaticano II) entiende su enseñanza sobre el budismo.

    Pablo VI, Audiencia general a los budistas japoneses, 5 de septiembre de 1973: “Es un gran placer para nosotros dar la bienvenida a los budistas japoneses en Tour por Europa, los honorables seguidores de la secta budista Soto-shu. (…) En el Segundo Concilio Vaticano, la Iglesia Católica exhortó a sus hijos e hijas a estudiar y evaluar las tradiciones religiosas de la humanidad y ‘para advertir en diálogo sincero y paciente las riquezas que Dios generoso ha distribuido a las gentes’ (Ad Gentes, 11) (…) El budismo es una de las riquezas de Asia…”

    Basándose en el Vaticano II (que él solemnemente promulgó), Pablo VI dice que esta religión falsa y pagana ¡es una de las riquezas de Asia!

    El Vaticano II también elogia la religión falsa del hinduismo por su inagotable riqueza de «con los penetrantes esfuerzos de la filosofía», como también su vida ascética y profunda meditación.

    El documento del Vaticano II, Nostra aetate, # 2: “Así, en el Hinduismo los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición mediante las modalidades de la vida ascética, a través de profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios con amor y confianza.”

    Advierta cómo los elogios del Vaticano II de la falsa religión del hinduismo están contradiciendo específicamente al Papa León XIII:

    El Papa León XIII, Ad extremas (#1), 24 de junio de 1893: “Nuestros pensamientos se dirigen en primer lugar al bienaventurado Apóstol Tomás que con razón es llamado el fundador de la predicación del Evangelio a los hindúes. Después, está San Francisco Javier (…) A través de su extraordinaria perseverancia convirtió a cientos de miles de hindúes de los mitos y viles supersticiones de los brahmanes a la verdadera religión. Tras las huellas de este hombre santo siguieron numerosos sacerdotes (…) ellos son los continuadores de estos nobles esfuerzos; no obstante, en las vastas extensiones de la tierra, muchos están todavía privados de la verdad, aprisionados miserablemente en las tinieblas de la superstición.”

    En realidad, dos religiones diferentes:

    El documento del Vaticano II, Nostra aetate, (# 2): “Así, en el Hinduismo los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición mediante las modalidades de la vida ascética, a través de profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios con amor y confianza.”

    El documento del Vaticano II, Nostra aetate, # 2: “En el budismo, según sus varias formas, se reconoce la insuficiencia radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el que los hombres, con espíritu devoto y confiado pueden adquirir el estado de perfecta liberación o la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos apoyados con el auxilio superior.”

    Antipapa Francisco, Evangelii Gaudium (# 254), Nov. 24, 2013: “Los no cristianos [como ateos y paganos], por la gratuita iniciativa divina, y fieles a su conciencia, pueden vivir «justificados… de la gracia santificante...”

    Papa León XIII, Ad extremas (#1), 24 de junio de 1893: “… A través de su extraordinaria perseverancia convirtió a cientos de miles de hindúes de los mitos y viles supersticiones de los brahmanes a la verdadera religión. Tras las huellas de este hombre santo siguieron numerosos sacerdotes (…) ellos son los continuadores de estos nobles esfuerzos; no obstante, en las vastas extensiones de la tierra, muchos están todavía privados de la verdad, aprisionados miserablemente en las tinieblas de la superstición.”

    Concilio de Elvira, 305 d.C.: “Se decreta que los adultos que después de recibir el bautismo hayan entrado en templos paganos para adorar a los ídolos, lo que es un crimen mortal y el sumo de la maldad, no podrán ser admitidos a la comunión, incluso en la muerte.”

    Papa Pío XI, Ad salutem, #27, 20 de abril de 1930: “…toda compulsión y locura, todo ultraje y lujuria, son introducidos en la vida del hombre por los demonios a través de la adoración de dioses falsos.”

    En medio de toda esta blasfemia en el Vaticano II y Francisco, no se hace ninguna mención de que estos infieles y paganos deben ser convertidos a Cristo; no se ofrece ninguna oración para que se les sea concedida la fe; y ninguna amonestación de que estos idólatras deban ser liberados de su impiedad y de las tinieblas de sus supersticiones. Lo que vemos son elogios y estima por estas religiones del diablo. Lo que vemos es un inequívoco sincretismo, que trata a todas las religiones como si condujeran a Dios.

    Papa Pío IX, Qui Pluribus (# 15), 9 de noviembre de 1846: “Tal es el sistema perverso y opuesto a la luz natural de la razón que propugna la indiferencia en materia de religión, con el cual estos inveterados enemigos de la Religión, quitando todo discrimen entre la virtud y el vicio, entre la verdad y el error, entre la honestidad y vileza, aseguran que en cualquier religión se puede conseguir la salvación eterna, como si alguna vez pudieran entrar en consorcio la justicia con la iniquidad, la luz con las tinieblas, Cristo con Belial.”

    LAS HEREJÍAS DE FRANCISCO SOBRE LA REUNIONES DE ORACIÓN INTERRELIGIOSAS

    Después del atentado en los Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, Francisco participó en una reunión de oración con líderes de otras falsas religiones, al pie de un obelisco en Argentina[30]. El obelisco es un símbolo fálico masónico.

    En su encíclica Mortalium animos, el Papa Pío XI condenó autoritativamente esta actividad interreligiosa y la denunció como una apostasía de la verdadera fe. Él enseñó que aquellos que están a favor de esta actividad han abandonado la religión católica.

    Papa Pío XI, Mortalium animos, # 2, 6 de enero de 1928: “Con tal fin suelen estos mismos organizar congresos, reuniones y conferencias, con no escaso número de oyentes e invitar a discutir allí promiscuamente a todos, a infieles de todo género, de cristianos y hasta a aquellos que apostataron miserablemente de Cristo o con obstinada pertinacia niegan la divinidad de su Persona o misión. Tales tentativas no pueden, de ninguna manera obtener la aprobación de los católicos, puesto que están fundadas en la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables, pues, aunque de distinto modo, todas nos demuestran y significan igualmente el ingénito y nativo sentimiento con que somos llevados hacia Dios y reconocemos obedientemente su imperio. Cuantos sustentan esta opinión, no sólo yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión, adulterando su concepto esencial, y poco a poco vienen a parar al naturalismo y ateísmo; de donde claramente se sigue que, cuantos se adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan totalmente de la religión revelada por Dios”.

    Papa Pío XI, Mortalium animos, # 10: “Siendo todo esto así, claramente se ve que ni la Sede Apostólica puede en manera alguna tener parte en dichos Congresos [con los no católicos], ni de ningún modo pueden los católicos favorecer ni cooperar a semejantes intentos…”

     También dijo:

    “Bien claro se muestra, pues, Venerable Hermanos, por qué esta Sede Apostólica no ha permitido nunca a los suyos que asistan a los citados congresos de no católicos…”[31].

    Sin embargo, como ya hemos visto, Francisco ha estado involucrado en numerosas reuniones de oración interreligiosa.

    El 24 de enero de 2002, Francisco invitó a varios diferentes líderes de falsas religiones para rezar en la catedral de Buenos Aires, Argentina[32]. La reunión incluyó a líderes desde el hinduismo, el budismo, el islam y el judaísmo. El anuncio de Francisco durante la reunión fue que “cada grupo religioso rezará según su propia fe, idioma y tradición, en pleno respeto a los demás”. Esto es apostasía.

    El 5 de mayo de 2006, Francisco rezó con los miembros del Parlamento Argentino de Religiones[33] y en el 2011 Francisco realizó su propia reunión de oración interreligiosa[34][35].

    El 20 de marzo de 2013, Francisco realizó una reunión con líderes de diferentes religiones la que incluyó a cismáticos, judíos y musulmanes[36]. Francisco dijo:

    Francisco, Discurso, 20 de marzo de 2013: “Ayer por la mañana, durante la misa, he reconocido espiritualmente presentes a través de vosotros a las comunidades que representáis”[37].

    Un hereje, por definición infalible, está de mala fe y atrae sobre su cabeza el castigo eterno.

    El Papa San Celestino I, Concilio de Éfeso, 431: “… recuerden que los seguidores de todas las herejías extraen de la Escritura inspirada la razón de sus errores, y que todos los herejes corrompen las verdaderas expresiones del Espíritu Santo con sus propias mentes malvadas y atraen sobre sus cabezas una llama inextinguible.”

    Como acabamos de mostrar, Francisco rechaza por completo la enseñanza infalible de la Iglesia católica de que los miembros de las falsas religiones necesitan aceptar la fe católica para la salvación.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, sesión 8, 22 de noviembre de 1439, ex cathedra: “Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe católica; y el que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para siempre[38].

    LAS HEREJÍAS DE FRANCISCO SOBRE LA LIBERTAD RELIGIOSA

    Francisco, Discurso, 18 de mayo de 2013: “… promover la libertad religiosa para todos, ¡para todos! Cada hombre y cada mujer deben ser libres en la propia confesión religiosa, cualquiera que ésta sea”[29].

    Antipapa Francisco, Evangelii Gaudium (# 255), Nov. 24, 2013: “Los Padres sinodales recordaron la importancia del respeto a la libertad religiosa, considerada como un derecho humano fundamental. Incluye «la libertad de elegir la religión que se estima verdadera y de manifestar públicamente la propia creencia». Un sano pluralismo, que de verdad respete a los diferentes y los valore como tales, no implica una privatización de las religiones, con la pretensión de reducirlas al silencio y la oscuridad de la conciencia de cada uno, o a la marginalidad del recinto cerrado de los templos, sinagogas o mezquitas. Se trataría, en definitiva, de una nueva forma de discriminación y de autoritarismo. El debido respeto a las minorías de agnósticos o no creyentes no debe imponerse de un modo arbitrario que silencie las convicciones de mayorías creyentes o ignore la riqueza de las tradiciones religiosas.”

    La Iglesia católica condena la idea de que la libertad religiosa debe ser un derecho civil universal.

    Papa Gregorio XVI, Inter praecipuas, # 14, 8 de mayo de 1844: “Puesto que consta, y una larga experiencia pasada lo ha confirmado, que no hay un camino más expedito para apartar a los pueblos de la fidelidad y obediencia a sus Príncipes que la indiferencia en materia de religión propagada por los sectarios bajo el nombre de la libertad religiosa.”

    Papa León XIII, Libertas, (# 42), 20 de junio de 1888: “De lo dicho se sigue que no es lícito de ninguna manera pedir, defender, conceder la libertad de pensamiento, de prensa, de enseñanza, ni tampoco la de cultos, como otros tantos derechos correspondientes al hombre por naturaleza.”

    Papa León XIII, Inmortale Dei, (# 34), 1 de noviembre de 1885: “Así Gregorio XVI, en su Carta Encíclica que comienza Mirari Vos, del 15 de Agosto de 1832 condena en gravísimos términos lo que entonces ya se propalaba: que en materia de culto divino no había necesidad de escoger, que cada cual es libre de opinar sobre la religión lo que le plazca, que el juez de cada uno es únicamente su propia conciencia, que, además, cada cual puede publicar lo que se le antoje y que igualmente es lícito maquinar cambios políticos.”

    La declaración del Vaticano II sobre la libertad religiosa es sin duda el más escandaloso de todos los documentos del Vaticano II. El Vaticano II enseña que la libertad religiosa debe ser un derecho civil, lo cual está directamente condenado por el Papa Pío IX. El Vaticano II dice también que este derecho a la libertad religiosa se aplica tanto al ámbito de expresión público como privado; y que a nadie debe impedírsele la expresión pública o la práctica de su religión:

    El documento del Vaticano II, Dignitatis humanae # 2: “Este Concilio Vaticano declara que la persona humana tiene derecho a la libertad religiosa. Esta libertad consiste en que todos los hombres han de estar inmunes de coacción, tanto por parte de individuos como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y esto de tal manera que, en materia religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, sólo o asociado con otros, dentro de los límites debidos (…) Este derecho de la persona humana a la libertad religiosa ha de ser reconocido en el ordenamiento jurídico de la sociedad, de tal manera que llegue a convertirse en un derecho civil.”

    El documento del Vaticano II, Dignitatis humanae # 2: “Por lo cual, el derecho a esta inmunidad permanece también en aquellos que no cumplen la obligación de buscar la verdad y de adherirse a ella, y su ejercicio, con tal de que se guarde el justo orden público, no puede ser impedido.”

    Es un dogma de la Iglesia Católica que los Estados tienen un derecho, y en realidad un deber, de impedir que los miembros de las falsas religiones practiquen y propaguen públicamente sus creencias falsas. Los Estados deben hacer esto para proteger el bien común – el bien de las almas – que se ve perjudicada por la diseminación pública del mal. Esta es la razón de por qué la Iglesia Católica siempre ha enseñado que el catolicismo debe ser la única religión del Estado, y que el Estado debe excluir y prohibir la profesión pública y propagación de cualquier otra.

    Veamos ahora las tres proposiciones que fueron condenadas por el Papa Pío IX en su autoritario Syllabus de Errores.

    El Papa Pío IX, Syllabus de Errores, 8 de diciembre de 1864, #77: “En la época actual no es necesario ya que la religión católica sea considerada como la única religión del Estado, con exclusión de todos los demás cultos.” – Condenado.

    Atención, la idea que la religión católica no deba ser la única religión del Estado, con exclusión de todas las otras religiones, está condenada. Esto significa que la religión católica debe ser la única religión del Estado y que las otras deben ser excluidas del culto, profesión, práctica y propagación pública. La Iglesia Católica no obliga a los no creyentes a creer en la fe católica, puesto que la creencia (por definición) es un acto libre de la voluntad.

    El Papa León XIII, Immortale Dei (#36), 1 de noviembre de 1885: “También suele la Iglesia procurar con grande empeño que nadie sea obligado a abrazar la fe católica contra su voluntad, pues, como sabiamente advierte San Agustín, «nadie puede creer sino voluntariamente».”

    Sin embargo, ella enseña que los Estados deben prohibir la profesión y propagación pública de las religiones falsas que conducen las almas al infierno.

    El Papa Pío IX, Syllabus de Errores, # 78: “Por esto es de alabar la legislación promulgada en algunas naciones católicas, en virtud de la cual los extranjeros que a ellas emigran pueden ejercer lícitamente el ejercicio público de su propio culto.” – Condenado.

    El Papa Pío IX, Syllabus de Errores, 8 de diciembre de 1864, # 55: “La Iglesia debe estar separada del Estado, y el Estado debe estar separado de la Iglesia.” – Condenado.

    En Quanta Cura, el Papa Pío IX condena también la idea de que a todo hombre se le debe garantizar el derecho civil a la libertad religiosa.

    Papa Pío IX, Quanta cura, (nn. 3-6), 8 de diciembre de 1864, ex cathedra: “Y como consecuencia de esta idea de la gobernación social absolutamente falsa, no dudan en consagrar aquella opinión errónea, en extremo perniciosa a la Iglesia Católica y a la salvación de las almas, llamada por Gregorio XVI, Nuestro Predecesor, de feliz memoria, locura, ESTO ES, QUE «LA LIBERTAD DE CONCIENCIAS Y DE CULTOS ES UN DERECHO PROPIO DE CADA HOMBRE, QUE TODO ESTADO BIEN CONSTITUIDO DEBE PROCLAMAR Y GARANTIZAR COMO LEY FUNDAMENTAL, Y QUE LOS CIUDADANOS TIENEN DERECHO A LA PLENA LIBERTAD DE MANIFESTAR SUS IDEAS CON LA MÁXIMA PUBLICIDAD – YA DE PALABRA, YA POR ESCRITO, YA EN OTRO MODO CUALQUIERA –, sin que autoridad civil ni eclesiástica alguna puedan reprimirla en ninguna forma». Ahora bien: al sostener afirmación tan temeraria no piensan ni consideran que con ello predican la libertad de perdición. (…) En consecuencia, TODAS Y CADA UNA DE LAS PERVERSAS OPINIONES Y DOCTRINAS QUE VAN SEÑALADAS DETALLADAMENTE EN LAS PRESENTES LETRAS, NOS LAS REPROBAMOS CON NUESTRA AUTORIDAD APOSTÓLICA LAS PROSCRIBIMOS LAS CONDENAMOS; Y QUEREMOS Y MANDAMOS QUE TODAS ELLAS SEAN TENIDAS POR LOS HIJOS DE LA IGLESIA COMO REPROBADAS, PROSCRITAS Y CONDENADAS.”

    La enseñanza del Vaticano II y sus antipapas y Francisco es una herejía directa contra el magisterio infalible del Papa Pío IX y de una multitud de otros Papas. La enseñanza del Vaticano II sobre la libertad religiosa podría añadirse literalmente al Syllabus de Errores condenados por el Papa Pío IX.

    La enseñanza herética del Vaticano II sobre la libertad religiosa, es precisamente la razón por la cual, tras el Vaticano II, ¡un número de naciones católicas modificaron sus constituciones católicas haciéndolas laicas! Las constituciones católicas de España y Colombia fueron realmente suprimidas por una orden expresa del Vaticano, y las leyes de esos países cambiaron para permitir la práctica pública de las religiones no-católicas.

    Cambios en la constitución católica española como resultado de la enseñanza del Vaticano II

    El "Fuero de los Españoles", la ley fundamental del Estado español adoptada el 17 de julio de 1945, sólo autorizaba el ejercicio de los cultos [religiones] no-católicos privadamente y prohibía todas las actividades de propaganda por parte de las falsas religiones.

    Artículo 6, 1: “La profesión y práctica de la religión católica, que es la del Estado español, gozará de protección oficial”.

    Artículo 6, 2: “… las únicas ceremonias y otras manifestaciones abiertas de religión permitidas serán católicas.”

    Podemos ver que, en conformidad con la enseñanza católica tradicional, la ley española decretó que las únicas ceremonias y manifestaciones públicas de religión serían católicas.

    Después del Vaticano II, sin embargo, la "Ley Orgánica del Estado" (10 de enero de 1967) reemplazó este segundo apartado del artículo 6 por el siguiente:El Estado asumirá la protección de la libertad religiosa, que estará bajo la protección del Poder Judicial responsable de salvaguardar la moral y el orden público".

    Es más, el preámbulo de la Constitución de España, modificada por esta misma «Ley Orgánica del Estado» después del Vaticano II, declara explícitamente:

    “… Teniendo en cuenta la modificación introducida en el artículo 6 por la 'Ley Orgánica del Estado', ratificada por referéndum de la nación, a fin de adaptar su texto a la declaración conciliar sobre la libertad religiosa promulgada el 7 de diciembre de 1965 [por el Vaticano II], que exige el reconocimiento explícito de este derecho [libertad religiosa], y se ajusta además al segundo Principio fundamental del Movimiento, según el cual la enseñanza de la Iglesia debe inspirar nuestras leyes…”

    Podemos ver que la sección segunda del artículo 6 de la Constitución de 1945 fue reemplazada por la de 1967, ¡precisamente con el fin de armonizar las leyes de España de acuerdo con la declaración del Vaticano II! Tal vez esta modificación de las leyes católicas en un país católico, que se hizo con el fin de ajustarse a la nueva religión del Vaticano II, ilustra más que cualquier otra cosa las fuerzas que están en juego aquí. España pasó de ser una nación católica a una nación atea, que ahora da protección legal al divorcio, a la sodomía, a la pornografía y a los anticonceptivos, todo gracias al Vaticano II.

    Papa San Pío X, Vehementer Nos, 11 de febrero de 1906: en virtud de la suprema autoridad que Dios nos ha conferido, por los motivos que arriba quedan expuestos, Nos condenamos y reprobamos la ley votada en Francia acerca de la separación de la Iglesia y el Estado, por altamente injuriosa para Dios, de quien reniega oficialmente sentando el principio de que la república no reconoce ningún culto.

    Papa Gregorio XVI, Inter praecipuas, # 14, 8 de mayo de 1844: “Puesto que consta, y una larga experiencia pasada lo ha confirmado, que no hay un camino más expedito para apartar a los pueblos de la fidelidad y obediencia a sus Príncipes que la indiferencia en materia de religión propagada por los sectarios bajo el nombre de la libertad religiosa.”

    De acuerdo con su enseñanza herética sobre la libertad religiosa, el Vaticano II enseña la herejía de que todas las religiones tienen libertad de expresión y libertad de prensa.

    El documento del Vaticano II, Dignitatis humanae, # 4: “Las comunidades religiosas tienen también el derecho de que no se les impida la enseñanza y la profesión pública, de palabra y por escrito, de su fe.”

    La idea de que toda persona tiene derecho a la libertad de expresión y de prensa ha sido condenada por muchos Papas. Sólo citaremos al Papa Gregorio XVI y al Papa León XIII. Tenga en consideración que el Papa Gregorio XVI llama a esta idea (la misma cosa enseñada por el Vaticano II) de nociva y "nunca suficientemente denunciada".

    Papa Gregorio XVI, Mirari vos (# 15), 15 de agosto de 1832: “Debemos también tratar en este lugar de la libertad de imprenta, nunca suficientemente condenada, si por tal se entiende el derecho de dar a la luz pública toda clase de escritos; libertad, por muchos deseada y promovida. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar qué monstruos de doctrina, o mejor dicho, qué sinnúmero de errores nos rodea, diseminándose por todas partes, en innumerables libros, folletos y artículos que, si son insignificantes por su extensión, no lo son ciertamente por la malicia que encierran.”

    Papa León XIII, Inmortale Dei, (# 34), 1 de noviembre de 1885: “Así Gregorio XVI, en su Carta Encíclica que comienza Mirari Vos, del 15 de Agosto de 1832 condena en gravísimos términos lo que entonces ya se propalaba: que en materia de culto divino no había necesidad de escoger, que cada cual es libre de opinar sobre la religión lo que le plazca, que el juez de cada uno es únicamente su propia conciencia, que, además, cada cual puede publicar lo que se le antoje y que igualmente es lícito maquinar cambios políticos.”

    Todas estas enseñanzas católicas contradicen directamente la enseñanza herética del Vaticano II y sus antipapas.

    FRANCISCO RESPETA A AQUELLOS QUE SE SUICIDAN

    Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 92: “Hubo un momento en que no se le hacían funerales al suicida, porque no seguía andando hacia la meta, le ponía fin al camino cuando quería. Pero respeto al suicida, es una persona que no pudo sobreponerse a las contradicciones. No lo rechazo”[42].

    Francisco dice que el “respeto al suicida” y “No lo rechazo.” Esto es una herejía y una negación de la tradición y el Evangelio.

    1 Corintios 3:16-17: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.”

    Además, el Concilio de Florencia definió dogmáticamente que toda persona que tenga una posición contraria a la enseñanza de la Iglesia católica es rechazado, condenado y anatematizado por Dios y Su Iglesia.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate Domino, 1442, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia Romana… firmemente cree, profesa y predica a cuantos, por consiguiente, sienten de modo diverso y contrario, [la sacrosanta Iglesia Romana] los condena, reprueba y anatematiza, y proclama que son ajenos al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.”

    El suicidio es un pecado mortal porque destruye el Templo del Espíritu Santo donde viola el cuarto mandamiento.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, «Letentur coeli», sesión 6, 6 de julio de 1439: “Definimos además que (…) las almas de aquellos que mueren en pecado mortal actual o con solo el original, bajan inmediatamente al infierno, para ser castigadas, si bien con penas diferentes.”

    El suicidio es auto asesinato. Lo desafortunado acerca del mismo es que la persona que lo comete no puede arrepentirse de ese pecado. El daño hecho es permanente. En la Biblia podemos ver que los asesinos fueron redimidos: Moisés, David, etc., pero ellos, tuvieron oportunidad de confesar sus pecados y arrepentirse. Con el suicidio, la persona no tiene esa oportunidad y, por lo tanto, está condenada.

    La Enciclopedia Católica, Vol. 14, "Suicidio", 1912: “Que el suicidio es ilícito es la enseñanza de la Sagrada Escritura y de la Iglesia, la cual condena el acto como el crimen más atroz y, por el odio que le tiene y para suscitar el horror en sus hijos, le niega al suicida el sepelio cristiano. Por otro lado, el suicidio se opone directamente a la tendencia más poderosa e invencible de toda criatura, especialmente del hombre: la conservación de la vida. Finalmente, para que un hombre sensato se quite deliberadamente la propia vida, debe primero, como regla general, haber aniquilado en sí mismo todos los goces de la vida espiritual, puesto que el suicidio está en total oposición a todo lo que nos enseña la religión cristiana sobre el fin y el objeto de la vida y, salvo en casos de locura, es la conclusión natural de una vida desordenada, débil y cobarde.”

    LA ENSEÑANZA HERÉTICA DE FRANCISCO SOBRE EL PECADO

    Francisco, Conversaciones, pp. 101-102: “Suelo decir que la única gloria que tenemos, como subraya San Pablo, es ser pecadores”[44].

    San Pablo no dice esto. ¡Qué indignante! Francisco luego dice en la siguiente página:

    Por eso, para mí el pecado no es una mancha que tengo que limpiar.”

    Francisco, Conversaciones, p. 107: “… es un problema de pecado. Desde hace unos cuantos años, la Argentina vive una situación de pecado, porque no se hace cargo de la gente que no tiene pan, ni trabajo”[45].

    Nótese bien que el único pecado del que habla Francisco es el de no dar de comer a las personas ni darles trabajo; él no dice nada de los pecados contra Dios y su fe.

    Francisco, Entrevista con La Repubblica, 1 de octubre de 2013: “Los más graves entre los males que afligen al mundo en estos años son el paro [desempleo] de los jóvenes y la soledad en que son dejados los viejos… Este es, a mi manera de ver, el problema más urgente que la Iglesia tiene que enfrentar”[46].

    LA ENSEÑANZA DE FRANCISCO SOBRE EL HOMBRE

    Francisco, Conversaciones, p. 162: “Para mí la esperanza está en la persona humana… Creo en el hombre. No digo que es bueno o malo, sino que creo en él…”[43].

    FRANCISCO SOBRE EL COMUNISMO

    Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 126: “Recuerdo que en el industrial había un profesor comunista. Teníamos una relación bárbara con él, nos cuestionaba todo y nos hizo mucho bien. Pero nunca nos mintió…”[47].

    Francisco, Conversaciones, p. 50: “Es cierto que yo era, como toda mi familia, un católico práctico. Pero mi cabeza no estaba puesta sólo en las cuestiones religiosas… Leía Nuestra Palabra y Propósitos, una publicación del partido comunista y me encantaban todos los artículos de uno de sus conspicuos miembros… Leónidas Barletta…”[48].

    FRANCISCO SOBRE LA PENA DE MUERTE

    Francisco, Conversaciones, p. 89: “… ahora hay una conciencia creciente sobre la inmoralidad de la pena de muerte”[49].

    Esta declaración es completamente herética. La Iglesia católica siempre ha estado a favor de la legitimidad de la pena de muerte contra crímenes extremadamente graves.

    La ley en el Antiguo Testamento ordenaba la pena de muerte para varios actos: asesinato (Éxodo 21:12), secuestro (Éxodo 21:16); bestialidad (Éxodo 22:19); adulterio (Levítico 20:10); homosexualidad (Levítico 20:13); ser un falso profeta (Deuteronomio 13:5); prostitución y violación (Deuteronomio 22:4) y muchos otros crímenes.

    Jesús apoyaba la pena capital, pero también mostró Su gracia (Juan 8:1-11). El apóstol Pablo definitivamente reconoció el poder del gobierno para instituir la pena capital cuando era necesario (Romanos 13:1-5). Debemos reconocer que Dios le ha concedido al gobierno, la autoridad para determinar cuándo es meritoria la pena capital (Génesis 9:6; Romanos 13:1-7).

    Así que, básicamente, sí, Dios permite el castigo de la pena capital. Pero al mismo tiempo, Dios no siempre demanda la pena de muerte cuando es merecida.

    Uno de los primeros Papas en tomar una posición a favor de la pena de muerte fue Inocente I en el año 405, que en respuesta a una pregunta del obispo de Tolosa funda su posición favorable en la carta de Pablo a los Romanos. Inocente escribe:

    “En cuanto a esta pregunta no tenemos nada en definitivo de aquellos que nos han precedido. Debe ser recordado que el poder fue concedido por Dios, y la espada fue permitida para vengar el crimen; el que realiza esta venganza es el ministro de Dios (Rm 13:1-4). ¿Qué motivo tenemos nosotros para condenar una práctica que todos sostienen es permitida por Dios? Mantenemos, por lo tanto, lo que se ha observado hasta ahora, para no alterar la disciplina y aparecer como estar obrando en contra de la autoridad de Dios.” (Pope Innocent I, Epist. 6, C. 3. 8, ad Exsuperium, Episcopum Tolosanum, 20 February 405, PL 20,495)

    Si hiciera falta alguna prueba más de la licitud de la pena de muerte, en más de una ocasión el Papa se ha pronunciado sobre la cuestión, como por ejemplo Papa Inocencio III (1198-1216), que ante los herejes valdenses declaró:

    “El poder secular puede sin caer en pecado mortal aplicar la pena de muerte, con tal que proceda en la imposición de la pena sin odio y con juicio, no negligentemente pero con la solicitud debida.” (Pope Innocent III, From the letter "Fitts exemplo" to the Archbishop of Terraco, Dec. 18, 1208; Found in Denzinger 795/425)

    A los católicos liberales del siglo XX que protestaban contra la pena de muerte en los países católicos, argumentando que suponía una violación del derecho a la vida, Papa Pío XII dijo estas palabras aclaratorias:

    “Incluso en el caso de la pena de muerte el Estado no dispone del derecho del individuo a la vida. Más bien la autoridad pública se limita a privar al delincuente de la vida en expiación por su culpabilidad, después de que él mismo, con su crimen, se ha privado del derecho a la vida.” (Pope Pius XII, "Address to the First International Congress of Histopathology of the Nervous System," 14 September 1952, XIV, 328)

    Dios instituyó la pena capital en Su Palabra; y la Iglesia ha aprobado y utilizado la pena de muerte; por lo tanto, sería presuntuoso pensar que nosotros podemos instituir un estándar más alto que el de Dios y Su Iglesia o ser más compasivos que Él.

    Por lo tanto, es claramente ante bíblico y herético afirmar que Dios o la Iglesia se opone a la pena de muerte en todas las instancias.

    FRANCISCO PROMUEVE LA EDUCACIÓN SEXUAL

    Francisco, Conversaciones, p. 94: “La Iglesia no se opone a la educación sexual. Personalmente, creo que debe haberla a lo largo de todo el crecimiento de los chicos, adaptada a cada etapa. En verdad, la Iglesia siempre impartió educación sexual, aunque acepto que no siempre lo hizo de un modo adecuado”[50].

    El documento del Vaticano II, Gravissimum Educationis, # 1, 28 de octubre de 1965: “… los niños y a los adolescentes, teniendo en cuenta el progreso de la psicología, de la pedagogía y de la didáctica, para desarrollar armónicamente sus condiciones físicas, morales e intelectuales. Hay que iniciarlos, conforme avanza su edad, en una positiva y prudente educación sexual.”

    Estas son las palabras de un verdadero Papa, el Papa Papa Pío XI, sobre exactamente el mismo tema:

    Papa Pío XI, encíclica Divini illius magistri, 31 de diciembre de 1931: “Pero mucho más perniciosas son las ideas y doctrinas sobre seguir absolutamente como guía a la naturaleza, que tocan una parte delicadísima de la educación humana, aquella —decimos— que atañe a la integridad de las costumbres y a la castidad. Corrientemente, en efecto, se hallan muchos que, tan necia como peligrosamente, defienden y proponen aquel método educativo que con afectación llaman educación ‘sexual’, estimando falsamente que podrán precaver a los jóvenes contra el placer de la lujuria por medios puramente naturales y sin ayuda alguna de la religión y de la piedad; a saber, iniciándolos e instruyéndolos a todos, sin distinción de sexo, y hasta públicamente, en doctrinas resbaladizas, y aun —lo que es peor— exponiéndolos prematuramente a las ocasiones, a fin de que su espíritu, acostumbrado, como ellos dicen, a estas cosas, quede como curtido para los peligros de la pubertad.

    “Pero yerran gravemente esos hombres al no reconocer la nativa fragilidad de la naturaleza humana ni la ley ínsita en nuestros miembros, la cual, para valernos de las palabras del Apóstol Pablo, combate contra la ley de la mente [Rom. 1, 23], y al negar temerariamente lo que sabemos por la diaria experiencia, que los jóvenes más que nadie caen frecuentemente en los pecados torpes, no tanto por falta de conocimiento de la inteligencia, cuanto por debilidad de la voluntad, expuesta a los halagos y desprovista de los auxilios divinos.”[51].

    Se puede ver fácilmente la diferencia entre las dos religiones.

    Mateo 18:6: “Y cualquiera que escandalizare á alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino, y que se le anegase en el profundo de la mar. Ay del mundo por los escándalos! porque necesario es que vengan escándalos; mas ­ay de aquel hombre por el cual viene el escándalo!”

    FRANCISCO ANIMA A LOS SACERDOTES QUE DEJEN EL SACERDOCIO SI ELLOS SE ENAMORAN

    Francisco, Conversaciones, p. 100: “Es cierto que, a veces, se produce el enamoramiento y el sacerdote tiene que revisar su sacerdocio y su vida. Entonces va al obispo, le informa ‘hasta acá llegué… no sabía que iba a sentir algo tan lindo… a esta mujer realmente la amo…’ y pide dejar el ministerio sacerdotal.

    — ¿Y usted que hace frente a esos casos?

    Francisco: No lo dejo solo, lo acompaño en todo el camino; en la elaboración espiritual de lo que está viviendo. Si está seguro de su decisión, incluso lo ayudo a conseguir trabajo… que solicitemos lo que llamamos ‘la dispensa’, el permiso a Roma y así pueda estar en condiciones de recibir el sacramento del matrimonio”[52].

    Entonces un hombre que ha hecho votos permanentes de castidad ante Dios, Francisco le ayudaría a quebrantar sus votos y dejar el sacerdocio. Esto es una blasfemia contra Dios.

    Papa Pío IV, Concilio de Trento, Sesion 23, 15 de julio de 1563: “Si alguno dijereel que una vez fue sacerdote, puede volver a ser lego; sea excomulgado.” (Canon IV, Cánones del Sacramento del Orden)

    Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, Parte II-IIae, Cuestión 88, Artículo 11: “¿Puede dispensarse el voto solemne de continencia? - Además, en Extra De statu monach., al final de la decretal Cum ad monasterium, leemos: La renuncia a la propiedad, lo mismo que la guarda de la castidad, están tan estrechamente vinculadas a la regla monástica que ni el sumo pontífice puede conceder dispensa de ellas. ...

    “Ahora bien: puesto que la decretal citada dice expresamente que ni el sumo pontífice puede dispensar a los monjes de la guarda de la castidad, se ha de explicar, según parece, la cuestión de otra manera: porque, como queda dicho (a.10 ad 1) y leemos en Lev, últ., v.9-10,28ss: Lo que una vez se consagró al Señor, no debe conmutarse luego, destinándolo a otros usos.

    “No puede, pues, ningún prelado eclesiástico hacer que lo consagrado pierda su consagración, ni aun tratándose de cosas inanimadas; por ejemplo, que un cáliz consagrado deje de estarlo mientras permanezca entero. En consecuencia, y con mucha más razón, no puede hacer un prelado que el hombre consagrado a Dios deje de estar consagrado mientras viva. Y es que la solemnidad del voto consiste en cierta consagración o bendición del que lo hace, como antes se dijo (a.7).

    De donde se deduce que ningún prelado eclesiástico puede hacer que el que emitió un voto solemne se vea privado de aquello para lo que se le consagró; por ejemplo, que el que es sacerdote deje de serlo. Bien es verdad que el prelado puede, por algún motivo, privar a éste del ejercicio de su sacerdocio. Por una razón semejante, el papa no puede hacer que el que ha hecho la profesión religiosa deje de ser religioso...”

    LA ENSEÑANZA HERÉTICA DE FRANCISCO SOBRE LA EDUCACIÓN CRISTIANA

    Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 123: “Tampoco acuerdo con las clases de religión que supongan discriminación a los no católicos”[58].

    En el contexto de su viaje a Brasil con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013, el periodista Gerson Camarotti, de la cadena Globo News, 29-07-2013, entrevistó Francisco. Él dijo:

     Si la educación de un chico se la dan los católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa. A mí me interesa que lo eduquen y que le quiten el hambre. En eso tenemos que ponernos de acuerdo.”

    Papa San Pío X, Acerbo nimis, # 6, 15 de abril de 1905: “¿Cuántas y cuán graves son las consecuencias de la ignorancia en materia de religión! Y por otro lado, ¿es necesario y lo beneficioso que es la enseñanza religiosa! De hecho, es vano esperar un cumplimiento de los deberes de un cristiano por alguien que ni siquiera conocía.”

    Si la educación católica consiste en preparar el camino a la salvación, ¿de qué sirve ser educados por los protestantes, los ortodoxos, los musulmanes o los judíos, siendo esta una educación herética,  deformada, inmoral y defectuosa basada en un falso camino, en una falsa religión?

    El Papa León XII en la encíclica Ubi primum ad summi en 1824: restauración de la religión, lucha contra los errores que amenazan la fe, condena de las sectas, del indiferentismo en materia de religión, de las sociedades bíblicas - describe así el indiferentismo de Francisco:

    Papa León XII, Ubi primum, # 12, 5 de mayo de 1824: “Esta secta, presentándose bajo la amable apariencia de la piedad y la liberalidad, profesa el tolerantismo (así lo llama), o indiferentísimo, y lo extiende no sólo a los asuntos civiles, sobre lo cual no decimos nada, sino también en materia religiosa, enseñando que Dios ha dado a todos los hombres una gran libertad, de manera que cada uno, sin ningún peligro, puede abrazar y profesar la secta y la opinión que prefiera, según el propio juicio personal. Este indiferentísimo se ha difundido y crecido de tal manera que sus seguidores reconocen no sólo todas las sectas que, fuera de la Iglesia católica, admiten de palabra la revelación como base y fundamento pero afirman sin pudor que están en la recta vía también aquellas sociedades que rechazando la revelación divina, profesan el simple deísmo y también el simple naturalismo.”

    Papa León XII, Ubi primum, # 14, 5 de mayo de 1824: “Es imposible que el Dios verdadero, que es la Verdad misma, el mejor, el más sabio proveedor y el premiador de los buenos, apruebe todas las sectas que profesan enseñanzas falsas que a menudo son inconsistentes y contradictorias entre sí, y otorgue premios eternos a sus miembros… porque por la fe divina confesamos un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo… Por eso confesamos que no hay salvación fuera de la Iglesia.”

    Ahora lea las palabras del Antipapa Pablo VI y el Vaticano II sobre la educación:

    El documento del Vaticano II, Gravissimum Educationis, # 1, 28 de octubre de 1965: “Todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, en cuanto participantes de la dignidad de la persona, tienen el derecho inalienable de una educación, que responda al propio fin, al propio carácter; al diferente sexo, y que sea conforme a la cultura y a las tradiciones...”

    El documento del Vaticano II, Gravissimum Educationis, # 7, 28 de octubre de 1965: “… favoreciendo la debida libertad religiosa, ayudan a las familias para que pueda darse a sus hijos en todas las escuelas una educación conforme a los principios morales y religiosos de las familias.”

    Recordamos las palabras de Pío XI sobre la educación:

    Pío XI, Divini illius magistri, # 5, 31 de diciembre de 1931: “Es, por tanto, de la mayor importancia no errar en materia de educación, de la misma manera que es de la mayor trascendencia no errar en la dirección personal hacia el fin último, con el cual está íntima y necesariamente ligada toda la obra de la educación. Porque, como la educación consiste esencialmente en la formación del hombre tal cual debe ser y debe portarse en esta vida terrena para conseguir el fin sublime para el cual ha sido creado, es evidente que así como no puede existir educación verdadera que no esté totalmente ordenada hacia este fin último, así también en el orden presente de la Providencia, es decir, después que Dios se nos ha revelado en su unigénito Hijo, único que es camino, verdad y vida (Jn 14, 6), no puede existir otra completa y perfecta educación que la educación cristiana. Lo cual demuestra la importancia suprema de la educación cristiana, no solamente para los individuos, sino también para las familias y para toda la sociedad humana ya que la perfección de esta sociedad es resultado necesario de la perfección de los miembros que la componen.”

    La Iglesia Católica enseña infaliblemente que todo el que esté por sobre la edad de la razón debe tener conocimiento y creer en los misterios de la Trinidad y de la Encarnación para salvarse – sin excepciones –. Este, por lo tanto, elimina la teoría de la ignorancia invencible (que alguien por sobre la edad de la razón pueda salvarse sin conocer a Cristo o la verdadera fe).

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, sesión 8, 22 de noviembre de 1439, ex cathedra: “Sexto, ofrecemos a los enviados esa regla compendiosa de la fe compuesta por el bendito Atanasio, que es la siguiente:

                Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe católica; y el que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para siempre.

                “Ahora bien, la fe católica es que veneremos a un solo Dios en la Trinidad, y a la Trinidad en la unidad; sin confundir las personas ni separar las sustancias. Porque una es la persona del Padre, otra la del Hijo y otra la del Espíritu santo; pero el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo tienen una sola divinidad, gloria igual y coeterna majestad. (…) Y en esta Trinidad, nada es antes o después, nada mayor o menor, sino que las tres personas son entre sí coeternas y coiguales, de suerte que, como antes se ha dicho, en todo hay que venerar lo mismo la unidad en la Trinidad que la Trinidad en la unidad. El que quiera, pues, salvarse, así ha de sentir de la Trinidad.

                Pero es necesario para la eterna salvación creer también fielmente en la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo (…) hijo de Dios, es Dios y hombre. (…) Ésta es la fe católica y el que no la creyere fiel y firmemente, no podrá salvarse.”

    La necesidad absoluta en la creencia en el dogma de la Trinidad y la Encarnación para la salvación de todos los mayores de la edad de la razón también es la enseñanza de Santo Tomás de Aquino, el Papa Benedicto XIV y el Papa San Pío X.

    Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica: “Mas en el tiempo de la gracia revelada, mayores y menores están obligados a tener fe explícita en los misterios de Cristo, sobre todo en cuanto que son celebrados solemnemente en la Iglesia y se proponen en público, como son los artículo de la Encarnación de que hablamos en otro lugar.”

    Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica: “Por consiguiente, en el tiempo subsiguiente a la divulgación de la gracia están todos obligados a creer explícitamente el misterio de la Trinidad.”

    Papa Benedicto XIV, Cum religiosi, # 1, 26 de junio de 1754: “No pudimos alegrarnos, sin embargo, cuando se Nos informó posteriormente que en el curso de la instrucción religiosa preparatoria a la confesión y a la santa comunión, se encontraba muy a menudo que estas personas eran ignorantes de los misterios de la fe, incluso en aquellos aspectos que deben ser conocidos por necesidad de medio; en consecuencia, no estaban habilitados para participar de los sacramentos.”

    Papa Benedicto XIV, Cum religiosi, # 4: “Mirad que cada ministro lleve a cabo cuidadosamente las medidas establecidas por el santo Concilio de Trento (…) que los confesores deben cumplir esta parte de su deber cuando alguien se encuentra ante su tribunal y no sabe lo que debe saber por necesidad de medio para salvarse…”

    Los mayores de la edad de la razón que ignoran estos misterios absolutamente necesarios de la fe católica – estos misterios que son una “necesidad de medio” – no pueden contarse entre los elegidos, es lo que confirma el Papa San Pío X.

    Papa San Pío X, Acerbo nimis, # 2, 15 de abril de 1905: “Y por eso Nuestro predecesor Benedicto XIV escribió justamente: ‘Declaramos que un gran número de los condenados a las penas eternas padecen su perpetua desgracia por ignorar los misterios de la fe, que necesariamente se deben saber y creer para ser contados entre los elegidos.’”

    LA ENSEÑANZA HERÉTICA DE FRANCISCO SOBRE LOS HEREJES Y CISMÁTICOS

    La Iglesia católica enseña que las personas bautizadas que abrazan las sectas heréticas o cismáticas perderán sus almas. Jesús fundó su Iglesia sobre San Pedro como ya vinos, y declaró que todo aquel que no escuche a la Iglesia debe ser considerado como gentil y publicano (Mateo 18, 17). Él también ordenó a sus discípulos que observaran “todas las cosas” que Él les había ordenado (Mateo 28, 20). Las sectas cismáticas orientales (como la “ortodoxa”) y las sectas protestantes, son movimientos desprendidos de la Iglesia católica. Al separarse de la única Iglesia de Cristo, ellos abandonaron el camino de la salvación y entraron en el camino de la perdición.

    Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi, # 23, 29 de junio de 1943: “Puesto que no todos los pecados, aunque graves, separan por su misma naturaleza al hombre del cuerpo de la Iglesia, como lo hacen el cisma, la herejía o la apostasía.”

    Estas sectas, obstinada y pertinazmente rechazan una o más de las verdades que Cristo claramente instituyó, como el papado (Mateo 16, Juan 21, etc.), la confesión (Juan 20, 23), la Eucaristía (Juan 6, 54) y otros dogmas de la fe católica. Para salvarse es necesario asentir a todas las cosas que la Iglesia católica, basada en la Escritura y la tradición, ha definido infaliblemente como dogmas de fe.

    Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre de 1208: “Creemos de todo corazón y profesamos con nuestros labios una sola Iglesia, no la de los herejes, sino la santa Iglesia, Romana, católica y apostólica, fuera de la cual creemos que nadie puede salvarse.”

    Papa Clemente VI, Super quibusdam, 20 de septiembre de 1351: “En segundo lugar preguntamos si creéis tú y los armenios que te obedecen que ningún hombre viador podrá finalmente salvarse fuera de la Iglesia y de la obediencia de los Pontífices romanos.”

    Sin embargo, en su libro Sobre el Cielo y la Tierra, p. 78, Francisco cita lo que su abuela le había dicho cuando él era chico con respecto a dos mujeres no católicas:

    “Ella me contestó: ‘No, son protestantes, pero son buenas’. Ésa fue la sapiencia de la verdadera religión”[60].

    El protestantismo es el rechazo de muchos dogmas de la Fe Católica. Protestantismo es no sólo herejía, sino la más conocida colección de herejías con la cual la Iglesia aun tenía que lidiar.

    Papa Pío XI, Rerum omnium perturbationem (# 4), 26 de enero de 1923: “El santo fue nada menos que Francisco de Sales (…) parecía haber sido enviado especialmente por Dios para luchar contra las herejías sostenidas por la reforma [protestante]. Son en estas herejías que descubrimos los inicios de esa apostasía de la humanidad de la Iglesia, los efectos tristes y desastrosos que lamenta, incluso en la hora presente, toda mente justa.”

    El protestantismo se inició con el sacerdote alemán Martín Lutero, que dejó la Iglesia Católica e inició la revolución protestante en 1517. Lutero negó el libre albedrío, el Papado, la oración a los santos, el Purgatorio, la Tradición, la Transubstanciación y el Santo Sacrificio de la Misa. Lutero reemplazó la Misa con un servicio conmemorativo de la última cena. Todos los sacramentos excepto el Bautismo y la Santa Eucaristía fueron rechazados. Lutero decía que tras de la caída de Adán el hombre no podía hacer ninguna obra buena. La mayoría de los protestantes tienen las mismas creencias de Lutero, pero todos ellos rechazan muchos dogmas católicos.

    Papa Gregorio XVI, Inter Praecipuas (# 4), 8 de mayo de 1844: “Pero más tarde se requirió aún más atención cuando los luteranos y calvinistas se atrevieron a oponerse a la doctrina inmutable de la fe con una variedad de errores casi increíble. Ellos no ahorraron medio algunos para engañar a los fieles con las perversas explicaciones de los libros sagrados…”

    La Iglesia Católica enseña que los herejes repudian la Palabra de Dios tradicional.

    El Papa Gregorio XVI, Inter Praecipuas (# 2), 8 de mayo de 1844: “En efecto, vosotros sabéis que desde los primeros siglos llamados cristianos, el peculiar artificio de los herejes ha sido que, al repudiar la Palabra de Dios tradicional y rechazar la autoridad de la Iglesia Católica, ellos falsifican las escrituras manipulándolas, o alteran la explicación del significado.”

    En Argentina, a los “católicos” que pedían un exorcismo, Francisco solía recomendarles un exorcista luterano[59].

    En el 2006, Francisco se arrodilló para recibir la “bendición” de los protestantes durante una reunión ecuménica[61].

    Él hizo la misma cosa inmediatamente después de ser elegido antipapa el 13 de marzo de 2013. Francisco (en vez de “bendecir” a la gente) le pidió a la multitud que lo “bendijera” a él (multitud que incluía numerosos miembros de varias religiones no católicas)[62].

    En la entrevista con La Stampa en 14/12/2013, Francisco dice:

    Hoy existe el ecumenismo de la sangre. En algunos países matan a los cristianos porque llevan consigo una cruz o tienen una Biblia; y antes de matarlos no les preguntan si son anglicanos, luteranos, católicos u ortodoxos. La sangre está mezclada. Para los que matan somos cristianos. Unidos en la sangre, aunque entre nosotros no hayamos logrado dar los pasos necesarios hacia la unidad, y tal vez no sea todavía el tiempo. La unidad es una gracia que hay que pedir. Conocí en Hamburgo a un párroco que seguía la causa de beatificación de un sacerdote católico que fue guillotinado por los nazis porque enseñaba el catecismo a los niños. Después de él, en la fila de los condenados, había un pastor luterano y lo mataron por el mismo motivo. Su sangre está mezclada. Ese párroco me contó que había ido a ver al obispo y le había dicho: ‘Sigo con la causa, pero de los dos, no sólo del católico’. [Francisco:] Este es el ecumenismo de la sangre.”

    En su decreto sobre el ecumenismo el Vaticano II también enseña que los no-católicos dan testimonio de Cristo al derramar su sangre. El siguiente párrafo implica que hay santos y mártires en las iglesias no-católicas, lo cual es una herejía.

    El documento del Vaticano II, Unitatis redintegratio # 4: “Por otra parte, es necesario que los católicos, con gozo, reconozcan y aprecien en su valor los tesoros verdaderamente cristianos que, procedentes del patrimonio común, se encuentran en nuestros hermanos separados. Es justo y saludable reconocer las riquezas de Cristo y las virtudes en la vida de quienes dan testimonio de Cristo y, a veces, hasta el derramamiento de su sangre…”

    En base a esta enseñanza, Juan Pablo II amplía y repite esta herejía muchas veces.

    Juan Pablo II, Ut Unum Sint (# 1), 25 de mayo de 1995: “El valiente testimonio de tantos mártires de nuestro siglo, pertenecientes también a otras Iglesias y Comunidades eclesiales no en plena comunión con la Iglesia católica, infunde nuevo impulso a la llamada conciliar y nos recuerda la obligación de acoger y poner en práctica su exhortación.”

    Juan Pablo II, Ut Unum Sint (# 84), 25 de mayo de 1995: “La comunión aún no plena de nuestras comunidades está en verdad cimentada sólidamente, si bien de modo invisible, en la comunión plena de los santos, es decir, de aquéllos que al final de una existencia fiel a la gracia están en comunión con Cristo glorioso. Estos santos proceden de todas las Iglesias y Comunidades eclesiales, QUE LES ABRIERON LA ENTRADA EN LA COMUNIÓN DE LA SALVACIÓN.”

    Todo esto es herejía pública innegable, claramente manifiesta y formal. No católicos no se pueden salvar aun cuando derramen su sangre por Cristo.

    Papa Pelagio II, epístola (2), Vestrae dilectionis, 585: “No pueden permanecer con Dios los que no quisieren estar unánimes en la Iglesia. Aun cuando ardieren entregados a las llamas de la hoguera; aun cuando arrojados a las fieras den su vida, no será aquélla la corona de la fe, sino el castigo de la perfidia; ni muerte gloriosa, sino perdición desesperada. Ese tal puede ser muerto; coronado no puede serlo…”

    Es un artículo de fe divina y católica que quienes no están en la Iglesia católica, incluso si derramaran la sangre en nombre de Cristo, no se pueden salvar.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, ex cathedra: “…nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la Iglesia católica.”

    Este dogma definido solemnemente en el Concilio de Florencia fue repetido por el Papa Pío XI:

    Papa Pío XI, Rappresentanti en terra, # 99, 31 de diciembre de 1929: “Se destaca notablemente en la vida de numerosos santos, a quienes la Iglesia, y ella sola, produce, en quienes se realiza perfectamente la finalidad de la educación cristiana…”

    Es imposible imaginar una negación más específica y explícita de este dogma particular que la hecha por Juan Pablo II en Ut unum sint # 84, citada arriba.

    Papa Gregorio XVI, Summo iugiter studio, 27 de mayo de 1832: “Finalmente, algunas de estas personas descarriadas intentan persuadirse a sí mismos y a otros que los hombres no se salvan sólo en la religión católica, sino que incluso los herejes pueden obtener la vida eterna.”

    El 18 de marzo de 2013, Francisco le escribió al nuevo líder de la secta anglicana[63]. Él llamó de “reverendo” al laico Justin Welby, a pesar de que la Iglesia católica bajo el Papa León XIII reafirmó, el 13 de septiembre de 1896, que el rito anglicano de ordenación es totalmente inválido.

    En su famosa bula, Apostolicae curae, el Papa León XIII declaró solemnemente que las ordenaciones anglicanas son inválidas. Esto significa que la secta anglicana no tiene sacerdotes u obispos válidos.

    Papa León XIII, Apostolicae curae, 13 de septiembre de 1896: “Por propia iniciativa y a ciencia cierta, pronunciamos y declaramos que las ordenaciones hechas en rito anglicano han sido y son absolutamente inválidas y totalmente nulas…”

    Al hacer esta declaración solemne, debe entenderse que el Papa León XIII no estaba invalidando las ordenaciones anglicanas, sino más bien estaba declarando que eran inválidas debido a los defectos en el rito.

    Los “sacerdotes” y “obispos” anglicanos son, por lo tanto, laicos además de ser herejes y cismáticos. A pesar de ello, Francisco dijo que Welby tiene un “ministerio pastoral” y lo llamó “Arzobispo” de Canterbury, lo que significa que él cree que el líder de la herética y cismática secta anglicana es el verdadero líder jurisdiccional de la verdadera Iglesia para Canterbury, Inglaterra. También le pidió a este hereje y cismático líder que rezara por él.

    En su discurso del 14 de junio de 2013 para el cismático Welby, Francisco le dio la bienvenida “no como huésped y forastero, sino como conciudadano de los santos y de la familia de Dios”[64]. Francisco por tanto enseña categóricamente que Welby, el no católico, a quien Francisco lo calificó de “Vuestra Gracia”, es un miembro de la Iglesia de Cristo. Esta es una herejía indignante. Francisco luego dice que él está “profundamente agradecido” que el laico herético y cismático haya rezado por él. Francisco continuó diciendo que tiene un profundo respeto por los anglicanos y que ahora hay una mejor apreciación por la espiritualidad anglicana y sus llamadas tradiciones litúrgicas.

    Papa León XIII, Satis cognitum, # 13, 29 de junio de 1896: “Quien no quiera ser hereje ni sentar plaza de tal no trate de satisfacer a éste ni al otro (…) Apresúrese a satisfacer en todo a la Sede de Roma.”

    Al igual como lo enseña el Vaticano II, Francisco sostiene que los protestantes y los “ortodoxos” están dentro de la Iglesia de Cristo, y que ellos no necesitan convertirse a la fe católica para la salvación. Esto es herejía.

    Papa Pelagio II, epístola (2) Dilectionis vestrae, 585: “El que no sustenta esta unidad de la Iglesia, ¿cree que tiene la fe? El que abandona y resiste la cátedra de Pedro, sobre la cual se funda la Iglesia, ¿tiene seguridad de estar en la Iglesia?

    Francisco, Discurso al cismático “Papa ortodoxo” de Alejandría, Egipto, 10 de mayo de 2013: “Santidad, al asegurarle de corazón mi oración para que toda la grey confiada a su cuidado pastoral sea siempre fiel a la llamada del Señor, invoco la protección común de los santos Pedro apóstol y Marcos evangelista[65].

    Francisco llama “Santidad” al cismático y dice que Dios le ha confiado su grey a un cismático. También lo llama pastor, lo que significa que él cree que el líder cismático es un verdadero líder jurisdiccional de la única verdadera Iglesia de Cristo. Esto es herejía.

    Papa León XIII, Satis cognitum, # 15, 29 de junio de 1896: “Por donde se ve claramente que los obispos perderían el derecho y el poder de gobernar si se separasen de Pedro o de sus sucesores. Por esta separación se extirpan ellos mismos del fundamento sobre el que debe sustentarse todo el edificio y se colocan fuera del mismo edificio.”

    Los “ortodoxos” orientales son cismáticos que rechazan el dogma del papado, lo que significa que ellos rechazan la suprema autoridad de todos los Papas en la historia. Ellos rechazan el dogma de la infalibilidad papa: la verdad de que el Papa enseña infaliblemente cuando habla desde la cátedra de Pedro. Ellos rechazan el dogma de la Inmaculada Concepción, ellos rechazan aceptar los 13 últimos concilios generales de la Iglesia Católica romana. Ellos rechazan que el Espíritu Santo proceda de la Segunda Persona de la Trinidad; ellos permiten el divorcio y el segundo matrimonio; y muchos de ellos rechazan la Inmaculada Concepción.

    En su discurso del 28 de junio de 2013 a la delegación de la Iglesia cismática oriental “ortodoxa” de Constantinopla, Francisco les suplica que recen por él diciendo: “En fin, les pido que recen por mí – necesito de sus oraciones…”[66].

    Francisco, Audiencia general, 19 de junio de 2013: “… hoy, antes de salir de casa, estuve cuarenta minutos, más o menos, media hora, con un pastor evangélico y rezamos juntos…”[67].

    Papa San León Magno, Sermón 129: “Dondequiera que sea, ya que fuera de la Iglesia católica nada existe perfecto, nada puro… Nos no somos de ningún modo comparados con los que se separan de la unidad del Cuerpo de Cristo; no estamos en comunión.”

    En el libro Sobre el Cielo y la Tierra, p. 201, Francisco recomienda que las distintas denominaciones deben “caminar juntos en una diversidad reconciliada… en hacer cosas juntos, en rezar juntos… sin anular las diversas tradiciones…”[68].

    Aquí Francisco promueve la herejía de que no debemos convertir a los no católicos, sino que caminar y rezar juntos con ellos sin anular sus diversas tradiciones heréticas y cismáticas.

    Estas son las palabras de un verdadero Papa, el Papa Benedicto XIV, sobre exactamente el mismo tema:

    Papa Benedicto XIV, Allatae sunt, #19, 26 de julio de 1755: “En primer lugar, el misionero que se esfuerza con la ayuda de Dios de traer de vuelta a la unidad a los griegos y cismáticos orientales, debe dedicar todos sus esfuerzos de liberarlos de la única-objeción de las doctrinas que están en desacuerdo con la fe católica.”

    Papa Benedicto XIV, Allatae sunt, #19, 26 de julio de 1755: Porque la única obra confiada al misionero es la de atraer al oriental a la fe católica…”

    Francisco, hablando acerca de los cismáticos “ortodoxos” en su entrevista del 19 de agosto de 2013, dice:

    Francisco, Entrevista a la revista Razón y Fe, 19 de agosto de 2013, p. 17: “Tenemos que caminar unidos en las diferencias: no existe otro camino para unirnos. El camino de Jesús es ese”[69].

    Entonces para Francisco los cismáticos deben continuar en su rechazo de las enseñanzas católicas y no necesitan convertirse.

    Papa Pío XI, Mortalium animos, # 10, 6 de enero de 1928: “… la unión de los cristianos no se puede fomentar de otro modo que procurando el retorno de los disidentes a la única y verdadera Iglesia de Cristo…”[70].

    En Lumen Gentium 15, el Vaticano II enseña la herejía al pronunciarse sobre los que están unidos con la Iglesia. Si uno tuviera que resumir las características de la unidad de la Iglesia Católica, habría que decir que están unidos a la Iglesia los bautizados que aceptan la fe católica en su totalidad y permanecen bajo el factor de unificación del Papado. Dicho de otra manera: las personas que sin duda no están en unión con la Iglesia Católica son los que no aceptan en su totalidad la fe católica y el Papado. ¡Pero el Vaticano II enumero los dos criterios de unidad y enseña todo lo contrario!

    El documento del Vaticano II, Lumen Gentium # 15: “La Iglesia se reconoce unida por muchas razones con quienes, estando bautizados, se honran con el nombre de cristianos, pero no profesan la fe en su totalidad o no guardan la unidad de comunión bajo el sucesor de Pedro.”

    El Vaticano II dice que la Iglesia está unida con aquellos que no aceptan la fe y el Papado. Esto es totalmente herético. Es lo opuesto a lo enseñado por la Iglesia. Como veremos a continuación, es un dogma que quienes rechazan el Papado, o cualquier parte de la fe, no están unidos a la Iglesia Católica.

    Papa Pío IX, Amantissimus (# 3), 8 de abril de 1862: “Hay otras pruebas, casi incontables, extraídas de los testigos más confiables que clara y abiertamente testifican con gran fe, exactitud, respeto y obediencia que todos los que quieren pertenecer a la verdadera y única Iglesia de Cristo deben honrar y obedecer a esta Sede Apostólica y al Romano Pontífice.”

    Papa Pío VI, Charitas (# 32), 13 de abril de 1791: “Por último, una palabra permanece junto a Nos. Porque nadie puede estar en la Iglesia de Cristo sin estar unido con su cabeza visible y fundada en la Sede de Pedro.”

    Papa León XIII, Satis Cognitum (# 9), 29 de junio de 1896: “Tal ha sido constantemente la costumbre de la Iglesia, apoyada por el juicio unánime de los Santos Padres, QUE SIEMPRE HAN MIRADO COMO EXCLUIDO DE LA COMUNIÓN CATÓLICA Y FUERA DE LA IGLESIA A CUALQUIERA QUE SE SEPARE EN LO MÁS MÍNIMO DE LA DOCTRINA ENSEÑADA POR EL MAGISTERIO AUTÉNTICO.”

    En el verano de 2003, Juan Pablo II repudió de nuevo el proselitismo para con los cismáticos orientales.

    Juan Pablo II, exhortación apostólica post-sinodal Ecclesia in Europa, 28 de junio de 2003: “Al mismo tiempo, quiero asegurar una vez más a los pastores y nuestros hermanos y hermanas de las iglesias ortodoxas que la nueva evangelización de ninguna manera debe confundirse con proselitismo…”

    Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, sesión 4, cap. 3, ex cathedra: “Enseñamos, por ende, y declaramos, que la Iglesia Romana, por disposición del Señor, posee el principado de potestad ordinaria sobre todas las otras… Tal es la doctrina de la verdad católica, de la que nadie puede desviarse sin menoscabo de su fe y salvación.”

    Esta definición infalible del Vaticano I declara que todo el que se desvíe del dogma del papado (que el Papa de Roma tiene el poder soberano en la Iglesia de Cristo), como los cismáticos “ortodoxos” y los protestantes no pueden conservar la fe y salvarse. En cambio, los antipapas de la secta del Vaticano II nos dice que los cismáticos “ortodoxos” y los protestantes no sólo pueden conservar la fe y la salvación al tiempo que niegan el papado, sino que no deben creer en el papado.

    En su escandaloso Directorio para la Aplicación de los Principios y Normas del Ecumenismo (# 125), Juan Pablo II alienta el culto interreligioso con los cismáticos orientales y declara: “… cualquier insinuación de proselitismo debe ser evitada”. Juan Pablo II aprobó el Directorio para la Aplicación de los Principios y Normas del Ecumenismo en Ut unum sint # 58 y en otros lugares.

    Hacer proselitismo es convertir al otro. Así, Juan Pablo II dice que cualquier esfuerzo para convertir a los cismáticos orientales debe ser evitado.

    Se puede ver fácilmente la diferencia entre las dos religiones: la religión católica enseña que debe ser aceptada toda su enseñanza y que los no católicos deben ser convertidos. La religión no católica de Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco etc. enseña que la fe católica no tiene sentido y que los no católicos no deben ser convertidos.

    Walter Kasper, un miembro de alto rango de la Iglesia del Vaticano II, entiende esto muy bien. Kasper fue nombrado “cardenal” y jefe del Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos del Vaticano por Juan Pablo II. Benedicto XVI confirmó a Kasper en su cargo como jefe de este organismo. Expresando la opinión tanto de Juan Pablo II como de Benedicto XVI, Kasper declaró:

    “… Hoy en día ya no entendemos el ecumenismo en el sentido de un retorno por el cual los otros deben ‘ser convertidos’ y volver a ser ‘católicos’. Esto fue abandonado expresamente por el Concilio Vaticano II.”

    Papa León XIII, Satis cognitum, # 13, 29 de junio de 1896: “No puede creerse que guardáis la fe católica los que no enseñáis que se debe guardar la fe romana.”

    En su decreto sobre el ecumenismo, el Vaticano II enseña también que los herejes y cismáticos orientales ayudan a crecer la Iglesia.

    El documento del Vaticano II, Unitatis redintegratio (#s 13-15): “Nuestra atención se fija en las dos categorías principales de escisiones que afectan a la túnica inconsútil de Cristo. Las primeras tuvieron lugar en el Oriente, a resultas de las declaraciones dogmáticas de los concilios de Efeso y de Calcedonia, y en tiempos posteriores por la ruptura de la comunidad eclesiástica entre los patriarcas orientales y la Sede Romana (…) Todos conocen con cuánto amor los cristianos orientales celebran el culto litúrgico (…) Consiguientemente, por la celebración de la Eucaristía del Señor en cada una de estas Iglesias, se edifica y crece la Iglesia de Dios, y por la concelebración se manifiesta la comunión entre ellas.”

    La Iglesia Católica enseña que los herejes son las puertas del infierno.

    Papa Vigilio, Segundo Concilio de Constantinopla, 553: “Estos asuntos han sido tratados con un curso completo de exactitud, tenemos en cuenta lo que fue prometido para la Santa Iglesia y Aquel quien lo dijo que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella (por estos lo entendemos como las lenguas mortales de los herejes) (…) por lo que contamos con el diablo, el padre de la mentira, las lenguas incontroladas de los herejes y sus escritos heréticos, junto con los herejes mismos que han persistido en su herejía hasta la muerte.”

    Papa San León IX, In terra pax hominibus, 2 de septiembre de 1053, al "Padre" de la ortodoxia oriental, Miguel Cerulario, cap. 7: “La Santa Iglesia edificada sobre la piedra, esto es, sobre Cristo, y sobre Pedro o Cefas, el hijo de Jonás, que antes se llamaba Simón, porque en modo alguno había de ser vencida por las puertas del infierno, es decir, por las disputas de los herejes, que seducen a los vanos para su ruina.”

    FRANCISCO EL REVOLUCIONARIO LITÚRGICO

    Aquí está una foto de Francisco celebrando una “misa” modernista de niños con una bailarina litúrgica.

    Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 101: “En el catolicismo, por ejemplo, muchas mujeres conducen una liturgia de la palabra…”[71].

    La práctica de niñas en el altar es una práctica que está muy extendida en la Iglesia del Vaticano II. La presencia de niñas en el altar fue condenada como algo malo por el Papa Benedicto XIV, el Papa San Gelasio y el Papa Inocencio IV.

    Papa Benedicto XIV, Allatae Sunt, 26 de julio de 1755: “El Papa Gelasio en su novena carta a los obispos de Lucania condenó la funesta práctica que había introducido a mujeres sirviendo al sacerdote en la celebración de la misa. Puesto que este abuso se había extendido a los griegos, Inocencio IV lo prohibió estrictamente en su carta al obispo de Tusculum: ‘Las mujeres no se atrevan a servir en el altar; debe ser totalmente rechazado este ministerio’. Nosotros también hemos prohibido esta práctica con las mismas palabras en nuestra tantas veces repetida Constitución…”

    El P. Antonio Spadaro S.J., director de La Civiltà Cattolica, realizó una entrevista con el Francisco de más de seis horas durante tres sesiones los días 19, 23 y 29 de Agosto de 2013. La entrevista es publicada hoy por varias revistas jesuitas de Europa y América. Transcribimos una respuesta de Francisco:

    El Vaticano II supuso una relectura del Evangelio a la luz de la cultura contemporánea. Produjo un movimiento de renovación que viene sencillamente del mismo Evangelio. Los frutos son enormes. Basta recordar la liturgia. El trabajo de reforma litúrgica hizo un servicio al pueblo... del Concilio [el Vaticano II], es absolutamente irreversible.”

    Francisco, el antipapa de la secta del Vaticano II, 2013: “El Vaticano II… Los frutos son enormes. Basta recordar la liturgia… del Concilio [el Vaticano II], es absolutamente irreversible.”

    Yves Marsaudon, francmasón del rito escocés grado 33, 1965: “… la audaz idea de la libertad de pensamiento (…) – aquí se puede hablar verdaderamente de una revolución [del Vaticano II] que viene de nuestras logias masónicas – ha expandido magníficamente sus alas sobre la cúpula de San Pedro.”

    El Vaticano II fue un concilio que se celebró entre los años 1962 a 1965. El Vaticano II fue un falso concilio que constituyó una revolución contra los 2000 años de enseñanza y tradición católica. El Vaticano II contiene varias herejías que fueron directamente condenadas por los Papas y concilios infalibles del pasado. El Vaticano II se propuso dar a los católicos una nueva religión. En el período después del Vaticano II, se produjo cambios masivos en todo aspecto de la fe católica, incluso la implementación de una Nueva Misa.

    Ver: La Revolución en el Concilio Vaticano II (1962-1965).

    (Antes del Vaticano II)               (Después del Vaticano II)

    También el Vaticano II introdujo nuevas prácticas e instauró una nueva visión con respecto a las otras religiones. La Iglesia católica no puede cambiar su enseñanza sobre las otras religiones y cómo ella considera a las otras religiones, ya que aquello son verdades de fe entregadas por Jesucristo. El Vaticano II intentó cambiar esas verdades de la Iglesia católica.

    El Vaticano II fue convocado por Juan XXIII y fue solemnemente promulgado y confirmado por Pablo VI el 8 de diciembre de 1965. El Vaticano II no fue un concilio general o ecuménico de la Iglesia Católica porque fue convocado y confirmado por herejes manifiestos (Juan XXIII y Pablo VI), quienes no fueron elegibles para la elección papal (véase la Constitución Apostólica de Pablo VI abajo citada). Los frutos del Vaticano II son evidentes para todos. Cualquier católico honesto que haya vivido antes del concilio y lo compara con la religión en su propia diócesis, puede atestiguar el hecho de que el Vaticano II inauguró una nueva religión.

    Ver: La Verdad de lo que Realmente Ocurrió a la Iglesia Católica Después del Vaticano II.


    Una «Misa» post-Vaticano II

    Por supuesto, Francisco ha dado la “comunión” en la mano toda su vida.

    El Antipapa Francisco es un enemigo feroz de la Misa tradicional. Él es quizás el mayor enemigo de la Misa tradicional entre los “cardenales”. Él es considerado como una opción de pesadilla para los falsos tradicionalistas que aceptan los antipapas.


    El “cardenal” Bergoglio dando la “comunión” en la mano

    Francisco nunca ha oficiado una misa válida, no solo porque la que él ofrece es la Nueva Misa inválida, sino también porque él fue “ordenado” el 13 de diciembre de 1969 con el nuevo rito inválido de ordenación. Francisco, como su predecesor Benedicto XVI, fue “consagrado obispo” en el nuevo rito inválido de consagración. Un verdadero Papa es el obispo de Roma. Francisco no es un obispo. Esa es otra razón por la que él no es el Papa.

    Ver: Por qué la Nueva Misa y Nuevo Rito de la Ordenación es Inválida.

    LOS MASONES APOYAN A FRANCISCO

    Francisco recientemente fue elogiado por el gran maestre de la Gran Logia Oriental de Italia[72] y el de la Argentina[73]. Ellos públicamente apoyaron la elección de Francisco como el nuevo antipapa.

    En esta foto de Francisco, podemos ver que él da lo que parece ser la señal del maestro del segundo velo en la masonería.

    Este es claramente un gesto de mano dado por los masones a través de la historia. No extrañaría si se descubriera que Francisco es un masón, porque sus creencias manifestadas por palabras y hechos en realidad son masónicas. La enseñanza principal de la masonería es que todas las religiones conducen a Dios. Como claramente lo probamos en este breve resumen de Francisco – esto es exactamente lo que él cree.

    Papa León XIII, Custodi di Quella fede (# 15), 8 de diciembre de 1892: “Todos deben evitar la familiaridad o amistad con cualquiera que sea sospechoso de pertenecer a la masonería o a grupos afiliados. Conocedlos por sus frutos y evitadlos. Debe evitarse toda familiaridad, no sólo con aquellos impíos libertinos que promueven abiertamente el carácter de la secta, sino también con aquellos que se esconden bajo la máscara de la tolerancia universal, el respeto a todas las religiones…”

    En resumen, Francisco firmemente cree y enseña las mismas herejías que han sido promovidas por los otros antipapas del Vaticano II. Francisco es un completo hereje y un apóstata. El dogma católico define que un hereje no es miembro de la Iglesia católica. Es, por lo tanto, infalible que Francisco no es un Papa válido, sino un hereje antipapa no católico.

    La Iglesia católica enseña que un hereje dejaría de ser el Papa, y que un hereje no puede ser elegido válidamente como un Papa

    La Enciclopedia Católica, “Herejía”, 1914, vol. 7, p. 261: “El mismo Papa, si fuere notoriamente culpable de herejía, dejaría de ser el Papa porque dejaría de ser miembro de la Iglesia”[74].

    La herejía es un rechazo o duda obstinada de un dogma de la fe divina y católica, hecho por una persona bautizada. En otras palabras, una persona bautizada que niega deliberadamente una enseñanza dogmática de la Iglesia Católica es un hereje.

    Martín Lutero, quizás uno de los herejes más notorios en la historia de la Iglesia, enseñó la herejía de la justificación solo por la fe, entre otras cosas
    Martín Lutero, quizás uno de los herejes más notorios en la historia de la Iglesia, enseñó la herejía de la justificación solo por la fe, entre otras cosas

    Además de los antipapas que reinaron en Roma debido a las elecciones no canónicas, la Iglesia Católica enseña que si un Papa se convierte en un hereje él perdería automáticamente su cargo u oficio y dejaría de ser el Papa. Esta es la enseñanza de todos los doctores y padres de la Iglesia que han hablado sobre este tema:

    San Roberto Belarmino, Cardenal y Doctor de la Iglesia, De Romano Pontifice, II, 30: “Un Papa que se manifieste hereje, por ese mismo hecho (per se) cesa de ser Papa y cabeza, así como por lo mismo deja de ser un cristiano y miembro de la Iglesia. Por tanto, él puede ser juzgado y castigado por la Iglesia. Esta es la enseñanza de todos los Padres antiguos, que enseñaban que los herejes manifiestos pierden inmediatamente toda jurisdicción”.

    San Roberto Belarmino, De Romano Pontifice, II, 30: “Este principio es de lo más cierto. El que no es cristiano no puede de ninguna manera ser Papa, como Cayetano lo dijo (ib. c. 26). La razón por esto es que no puede ser cabeza de lo que no es miembro; ahora quien no es cristiano no es miembro de la Iglesia, y quien se manifieste hereje no es un cristiano, como claramente se enseña por San Cipriano (lib. 4, epíst. 2), San Atanasio (Cont. arria.), San Agustín (lib. De great. Christ.), San Jerónimo (contra Lucifer), entre otros; por lo tanto, el hereje manifiesto no puede ser Papa”.

    San Francisco de Sales (siglo XVII), Doctor de la Iglesia, «The Catholic Controversy» (La Controversia Católica), edición inglesa, pp. 305-306: “Ahora, cuando él [el Papa] es explícitamente hereje, cae ipso facto de su dignidad y fuera de la Iglesia...”.

    San Antonino (1459): “En el caso en que el Papa se convirtiera en un hereje, se encontraría, por ese solo hecho y sin ninguna otra sentencia, separado de la Iglesia. Una cabeza separada de un cuerpo no puede, siempre y cuando se mantenga separado, ser cabeza de la misma entidad de la que fue cortada. Por lo tanto, un Papa que se separara de la Iglesia por la herejía por ese mismo hecho en sí dejaría de ser la cabeza de la Iglesia. No puede ser un hereje y permanecer siendo Papa, porque, desde que está fuera de la Iglesia, no puede poseer las llaves de la Iglesia”. (Summa Theologica, citado en Actes de Vatican I. V. Frond pub.)

    De que un hereje no puede ser Papa tiene sus raíces en el dogma de que los herejes no son miembros de la Iglesia Católica

    Cabe señalar que la enseñanza de los santos y doctores de la Iglesia, citada anteriormente – que un Papa que se convierte en un hereje automáticamente dejaría de ser el Papa – tiene sus raíces en el dogma infalible de que un hereje no es miembro de la Iglesia Católica.

    Papa Eugenio IV, El Concilio de Florencia, “Cantate Domino”, 1441: “La Santa Iglesia Romana cree firmemente, profesa y enseña que aquéllos que no están en el seno de la Iglesia Católica, no solamente los paganos, sino también los judíos o herejes y cismáticos, jamás compartirán la vida eterna, e irán irremediablemente al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, a no ser que se hayan unido a la Iglesia antes de morir…”[75].

    Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi (# 23), 29 de junio de 1943: “Puesto que no todos los pecados, aunque graves, separan por su misma naturaleza al hombre del cuerpo de la Iglesia, como lo hacen el cisma, la herejía o la apostasía”[76].

    Podemos ver que es enseñanza de la Iglesia católica que un hombre se separa de la Iglesia por la herejía, el cisma, o la apostasía.

    Papa León XIII, Satis Cognitum (# 9), 29 de junio de 1896: “Tal ha sido constantemente la costumbre de la Iglesia, apoyada por el juicio unánime de los Santos Padres, que siempre han mirado como excluido de la comunión católica y fuera de la iglesia a cualquiera que se separe en lo más mínimo de la doctrina enseñada por el magisterio auténtico”[77].

    Papa León XIII, Satis Cognitum (# 9), 29 de junio de 1896: “De que alguno diga que no cree en esos errores (esto es, las herejías que acaba de enumerar), no se sigue que deba creerse y decirse cristiano católico. Pues puede haber y pueden surgir otras herejías que no están mencionadas en esta obra, y cualquiera que abrazase una sola de ellas cesaría de ser cristiano católico”[78].

    Papa Inocencio III, Eius ejemplo, 18 de diciembre de 1208: “De corazón creemos y con la boca confesamos una sola Iglesia, no de herejes, sino la Santa, Romana, Católica y Apostólica, fuera de la cual creemos que nadie se salva”[79].

    Así, no es meramente una opinión de ciertos santos y doctores de la Iglesia que un hereje dejaría de ser un Papa; es un hecho inextricablemente unido con la enseñanza dogmática. Una verdad inextricablemente unida con un dogma se le llama un hecho dogmático. Por lo tanto, es un hecho dogmático de que un hereje no puede ser el Papa. Un hereje no puede ser el Papa, ya que uno quien está fuera no puede ser cabeza de lo que él no es miembro.

    Papa León XIII, Satis Cognitum (#15), 29 de junio de 1896: “Nadie, pues, puede tener parte en la autoridad si no está unido a Pedro, pues sería absurdo pretender que un hombre excluido de la Iglesia tuviese autoridad en la Iglesia”[80].

    El Papa Pablo IV publicó una bula papal declarando solemnemente que la elección de un hereje como Papa es nula e inválida

    En 1559, el Papa Pablo IV publicó toda una Bula Papal tratando con el tema y la posibilidad de un hereje que podría ser elegido como Papa.

    Papa Pablo IV
    (Papa Pablo IV)

    En el tiempo que Pablo IV público la Bula (citada abajo), había rumores de que uno de los cardenales era un protestante en secreto. Para poder evitar una elección de tal hereje al Papado, el Papa Pablo IV declaró solemnemente que un hereje no podría ser elegido válidamente Papa. Abajo están los fragmentos pertinentes de la Bula.

    Papa Pablo IV, de la Bula Cum ex Apostolatus Officio, 15 de febrero de 1559: “1… dado que donde surge un peligro mayor, allí más decidida debe ser la providencia para impedir que falsos profetas y otros personajes que detentan jurisdicciones seculares no tiendan lamentables lazos a las almas simples y arrastren consigo hasta la perdición innumerables pueblos confiados a su cuidado y a su gobierno en las cosas espirituales o en las temporales; y para que no acontezca algún día que veamos en el lugar Santo la abominación de la desolación, predicha por el profeta Daniel; con la ayuda de Dios para Nuestro empeño pastoral, no sea que parezcamos perros mudos, ni mercenarios, o dañados los malos vinicultores, anhelamos capturar las zorras que tientan desolar la Viña del Señor y rechazar los lobos lejos del rebaño…

    6. Agregamos, [por esta Nuestra Constitución, que debe seguir siendo válida en perpetuidad, Nos promulgamos, determinamos, decretamos y definimos:] que si en algún tiempo aconteciese que un obispo, incluso en función de arzobispo, o de patriarca, o primado; o un cardenal, incluso en función de legado, o electo Pontífice Romano que antes de su promoción al cardenalato o asunción al Pontificado, se hubiese desviado de la fe católica, o hubiese caído en herejía:

    (i) o lo hubiese suscitado o cometido, la promoción o la asunción, incluso si ésta hubiera ocurrido con el acuerdo unánime de todos los cardenales, es nula, inválida y sin ningún efecto;

    (ii) y de ningún modo puede considerarse que tal asunción haya adquirido validez, por aceptación del cargo y por su consagración, o por la subsiguiente posesión o cuasi posesión de gobierno y administración, o por la misma entronización o adoración del Pontífice Romano, o por la obediencia que todos le hayan prestado, cualquiera sea el tiempo transcurrido después de los supuestos antedichos.

    (iii) Tal asunción no será tenida por legítima en ninguna de sus partes…

    (vi) los que así hubiesen sido promovidos y hubiesen asumido sus funciones, por esa misma razón y sin necesidad de hacer ninguna declaración ulterior, están privados de toda dignidad, lugar, honor, título, autoridad, función y poder

    10. Por lo tanto, a hombre alguno sea lícito infringir esta página de Nuestra Aprobación, Innovación, Sanción, Estatuto, Derogación, Voluntades, Decretos, o por temeraria osadía, contradecirlos. Pero si alguien pretendiese intentarlo, sepa que habrá de incurrir en la indignación de Dios Omnipotente y en la de sus santos Apóstoles Pedro y Pablo.

    Dado en Roma, junto a San Pedro, en el año de la Encarnación del Señor 1559, XV anterior a las calendas de Marzo, año 4º de nuestro Pontificado.

    + Yo, Pablo, Obispo de la Iglesia católica…”

    Con la plenitud de su autoridad papal, el Papa Pablo IV declaró que la elección de un hereje es inválida, incluso si hubiera ocurrido con el acuerdo unánime de los cardenales y aceptado por todos.

    El Papa Pablo IV también declaró que él estaba haciendo esta declaración con el fin de que no aconteciera algún día la llegada de la abominación de la desolación en el Lugar Santo, predicha por el profeta Daniel. Esto es asombroso, y parece indicar que el mismo Magisterio está conectando la venida eventual de la abominación de la desolación en el Lugar Santo (Mateo 24,15) con un hereje fingiendo ser el Papa – quizás porque el hereje fingiendo ser el Papa nos daría la abominación de la desolación en el Lugar Santo (la Nueva Misa), como nosotros creemos es el caso, o porque el mismo antipapa herético constituiría la abominación de la desolación en el Lugar Santo.

    La Enciclopedia Católica repite esta verdad declarada por el Papa Pablo IV, afirmando que la elección de un hereje como Papa, por supuesto, sería completamente nula e inválida.

    La Enciclopedia Católica, “Las Elecciones Papales”, 1914, Vol. 11, p. 456: “Desde luego, la elección de un hereje, de un cismático, o de una mujer [como Papa] será nula e inválida”[81].

    En consonancia con la verdad de que un hereje no puede ser el Papa, la Iglesia enseña que a los herejes no se les puede rezar en el canon de la Misa

    A un Papa se le reza en la oración Te Igitur del canon de la Misa, pero la Iglesia también enseña que a los herejes no se les puede rezar en el canon de la Misa. Si un hereje puede ser un verdadero Papa, entonces tendríamos un dilema insoluble. Pero en realidad no es un dilema, ya que un hereje no puede ser un Papa válido:

    Libellus professionis fidei, 2 de abril de 517, profesión de la fe prescrita bajo del Papa San Hormisdas: “Y por tanto, espero merecer hallarme en una sola comunión con vosotros, la que predica la Sede Apostólica, en la que está la íntegra, verdadera y perfecta solidez de la religión cristiana; prometiendo que en adelante no he de recitar entre los sagrados misterios los nombres de aquellos que están separados de la comunión de la Iglesia católica, es decir, que no sienten con la Sede Apostólica. Y si en algo intentare desviarme de mi profesión, por mi propia sentencia me declaro cómplice de los mismos que he condenado. Y esta mi profesión, yo la he firmado de mi mano y la he dirigido a ti, HORMISDAS, santo y venerable Papa de la ciudad de Roma”[82].

    Papa Benedicto XIV, Ex Quo Primum (# 23), 1 de marzo 1756: “Además los herejes y cismáticos están sujetos a la censura de la mayor excomulgación por la ley del Can. de Ligu. 23, pregunta 5, y de Can. Nulli, 5, dist. 19. Pero los sagrados cánones de la Iglesia prohíben la oración pública por los excomulgados como se puede ver en el capítulo A nobis, 2, y cap. Sacris de la sentencia de excomunión. Aunque esto no prohíbe la oración para su conversión, aun así tales oraciones no pueden tomar forma por proclamar sus nombres en la oración solemne durante el Sacrificio de la Misa”[83].

    Papa Pio IX, Quartus Supra # 9, 6 de enero de 1873: “Por esta razón, el obispo de Constantinopla, Juan, declaró solemnemente – y después todo el octavo Concilio Ecuménico hizo lo mismo – ‘que los nombres de los que fueron separados de la comunión con la Iglesia católica, es decir, de aquellos que no quisieron estar de acuerdo con la Sede Apostólica con todo los asuntos, no deben ser nombrados durante los sagrados misterios’”[84].

    Puntos concluyentes sobre Francisco

    Por tanto, la pregunta que todo el que profese ser católicos debe hacerse es la siguiente: ¿ Francisco fue el jefe de la Iglesia católica? ¿O fue Francisco, pieza de una religión diferente? Si Francisco era pieza de una religión diferente - ¿y quién se atrevería a negar esto a la luz de la evidencia clara y contundente que acabamos de presentar? - entonces él no pudo haber sido el jefe de la Iglesia católica.

    San Francisco de Sales, Doctor de la Iglesia: “De hecho, sería uno de los más extraños monstruos que se podría ver; que el jefe de la Iglesia no fuera de la Iglesia.”

    Hemos probado fuera de toda duda que Francisco fue un hereje manifiesto. Puesto que era un hereje, él no pudo haber sido un Papa válidamente elegido. Él fue un antipapa no católico. Como ya hemos citado, el Papa Pablo IV enseñó solemnemente en su bula Cum ex apostolatus officio, del 15 de febrero de 1559, que es imposible que un hereje sea un Papa legítimamente electo.

    Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre de 1208: “Creemos de todo corazón y profesamos con nuestros labios una sola Iglesia, no la de los herejes, sino la Santa Iglesia, Romana, Católica y Apostólica, fuera de la cual creemos que nadie puede salvarse.” (Denz. 423)

    San Francisco de Sales (siglo XVII), Doctor de la Iglesia, The Catholic Controversy [La Controversia Católica],edición inglesa, pp. 305-306: Ahora bien, cuando él [el Papa] es explícitamente un hereje, cae ipso facto de su dignidad y fuera de la Iglesia…”

    San Roberto Belarmino (1610), Doctor de la Iglesia: “Un Papa que se manifieste hereje, por ese mismo hecho (per se) cesa de ser Papa y cabeza, así como por lo mismo deja de ser un cristiano y miembro de la Iglesia. Por tanto, él puede ser juzgado y castigado por la Iglesia. Esta es la enseñanza de todos los Padres antiguos, que enseñaban que los herejes manifiestos pierden inmediatamente toda jurisdicción.”

    San Roberto Belarmino: “Este principio es de lo más cierto. El que no es cristiano no puede de ninguna manera ser Papa, como Cayetano lo dijo (ib. c. 26). La razón de esto es que alguien no puede ser cabeza de lo que no es miembro. Ahora bien, el que no es cristiano no es miembro de la Iglesia, y el que se manifieste hereje no es un cristiano, como claramente lo enseñan San Cipriano (lib. 4, epíst. 2), San Atanasio (Cont. arria.), San Agustín (lib. De great. Christ.), San Jerónimo (contra Lucifer), entre otros; por lo tanto, el hereje manifiesto [fuero externo, público, etc.] no puede ser Papa.”

    San Alfonso de Ligorio (1787), Doctor de la Iglesia: “Si alguna vez un Papa, como persona privada, cayera en herejía, él perdería inmediatamente el pontificado.”

    San Antonino (1459): “En el caso en que el Papa se convirtiera en un hereje, se encontraría, por ese solo hecho y sin ninguna otra sentencia, separado de la Iglesia. Una cabeza separada de un cuerpo no puede, siempre y cuando se mantenga separado, ser cabeza de la misma entidad de la que fue cortada. Por lo tanto, un Papa que se separare de la Iglesia por la herejía por ese mismo hecho dejaría de ser la cabeza de la Iglesia. No puede ser un hereje y seguir permaneciendo Papa, porque, desde que está fuera de la Iglesia, no puede poseer las llaves de la Iglesia.” (Summa Theologica, citado en Actes de Vatican I. V. Frond pub.)

    Profecía de San Malaquías de los Papas y Antipapas

    En este artículo se habla de la profecía de San Malaquías de los Papas y Antipapas. También discute cómo Francisco concuerda con la profecía de San Malaquías sobre ‘Pedro el Romano’.

    La Profecía de San Malaquías sobre Pedro el Romano
    La Profecía de San Malaquías sobre ‘Pedro el Romano’ - Antipapa Francisco

    Una de las predicciones más conocidas de la historia católica es la profecía de los papas y antipapas que se atribuye a San Malaquías. San Malaquías fue un obispo católico nacido en Irlanda en 1094. Él murió en presencia de su buen amigo, San Bernardo, en 1148. San Bernardo dijo que San Malaquías predijo el día y la hora de su propia muerte. San Malaquías fue canonizado en 1190, y una lectura de su fiesta menciona que él fue bendecido con el don de profecía.

    La Enciclopedia Católica de 1913, bajo el título “Profecía”, dice que San Malaquías fue llamado a Roma en 1139 por el Papa Inocencio II. Cuando estaba en Roma, se relata que San Malaquías experimentó una visión de los futuros reclamantes al papado hasta la segunda venida de Jesucristo. San Malaquías escribió 112 breves frases en latín que describen todos estos futuros reclamantes al papado – dándoles títulos tanto a los papas como a los antipapas. Se dice que este documento fue guardado en los archivos secretos del Vaticano y no fue sino hasta 1556 que fue descubierto por un bibliotecario del Vaticano. El documento fue publicado por primera vez 39 años más tarde en 1595 por el historiador Arnoldo de Wion, en un libro titulado Árbol de la Vida. De Wion fue asistido en su traducción del documento por Alfonso Chacón, un conocido estudioso de los manuscritos medievales. Chacón fue el encargado de autenticar el documento y de asegurarse de que no se trataba de una falsificación. Después de examinar el documento, Chacón lo verificó como auténtico.

    Árbol de la Vida por Arnoldo de Wion.
    Árbol de la Vida por Arnoldo de Wion.

    Si bien Dios aparentemente le mostró a San Malaquías los diferentes hombres que, en el futuro, se presentarían como los líderes de la Iglesia Católica, no necesariamente le reveló a San Malaquías si esos futuros pretendientes al papado eran buenos o malos; y no le reveló si eran verdaderos papas o antipapas. A San Malaquías simplemente se le mostró a los hombres que, hasta el final de la historia humana, se presentarían ante el mundo como los líderes de la Iglesia Católica. Además, como la humanidad se desplazó más y más cerca del fin del mundo, Dios quiso que la gente, en los últimos días, tuviese alguna idea de lo cerca que estaba la segunda venida de Cristo.

    Las descripciones de San Malaquías de los futuros pretendientes al papado suelen incluir al menos una o más de las siguientes cosas sobre los reclamantes:

    Su escudo de armas; su escudo de armas familiar; su nombre de nacimiento o el lugar de nacimiento o las ciudades en las que viviría durante su vida. San Malaquías también describió los principales personajes o acontecimientos que ensombrecerían los reinados de algunos de los reclamantes al papado.

    Como lo mencionamos, las profecías de San Malaquías se publicaron por primera vez en 1595. Existe una controversia sobre las predicciones anteriores a 1595 de San Malaquías. Muchos creen que, dado que la lista de San Malaquías sólo estuvo disponible al público por primera vez en 1595, las predicciones referentes a los reclamantes de antes de 1595, no constituyen una prueba de autenticidad. Además, algunos creen que, dado que la profecía de San Malaquías no se hizo pública hasta cientos de años después de la primera vez que se informó de ella, existen dudas acerca de toda la profecía.

    El Codex Vaticanus
    El Codex Vaticanus

    Sin embargo, una buena respuesta a esta objeción se puede encontrar al considerar un manuscrito bíblico muy importante llamado Codex Vaticanus. El Codex Vaticanus es considerado como la copia más antigua de una Biblia casi completa. Ella fue producida originalmente a finales del siglo cuarto, pero su origen fue incierto por más de mil años, hasta que fue identificado en la biblioteca del Vaticano en el siglo XV.

    Por tanto, el Codex Vaticanus (al igual que el documento de San Malaquías) fue descubierto en el Vaticano, después de haber estado perdido por un período de tiempo extremadamente largo. Sin embargo, los eruditos bíblicos suelen aceptar el Codex Vaticanus como auténtico a pesar de su paradero incierto por más de mil años después de su producción original – un período de tiempo mucho más largo del que estuvo perdido el documento de San Malaquías. No obstante, puesto que hay controversia sobre las profecías de San Malaquías antes de 1595, no vamos a considerar algunos ejemplos de sus predicciones que se refieren los reclamantes papales antes de 1595, sino sólo aquellos después de 1595.

    San Malaquías describe al Papa Inocencio X (1644-1655) como “Jucunditas crucis” – “Alegría de la cruz”. Es muy interesante que Inocencio X fuera elegido Papa en la fiesta de la Exaltación de la Cruz, tras un largo y difícil cónclave.

    San Malaquías describe al Papa Pío VI (1775-1799) como “Peregrinus Apostolicus” – “Viajero Apostólico”. Durante su reinado, Pío VI viajó a Alemania para reunirse con el emperador José II. En los dos últimos años de su reinado, se vio obligado por los revolucionarios a huir de Roma. Después de un viaje muy difícil en los Alpes, murió en Francia. Fue sin duda un viajero.

    San Malaquías describe al Papa Pío VII (1800-1823) como “Aquila rapax” – “Águila codiciosa”. El reinado de este Papa se vio ensombrecido por Napoleón, cuyo símbolo era un águila. El reinado completo de Napoleón como emperador fue durante el reinado de Pío VII como Papa. Napoleón y Pío VII estuvieron siempre en conflicto; Napoleón exigía que el Papa cumpliera con sus exigencias. Después que Pío VII excomulgó a Napoleón, él fue secuestrado y encarcelado por los oficiales de Napoleón. Finalmente Napoleón llegó a un acuerdo con Pío VII que pesó mucho en su favor.

    San Malaquías describe al Papa Pío IX (1846-1878) como “Crux de cruce” – “Cruz de la cruz”. Pío IX fue el último Papa que gobernó los Estados Pontificios. Él terminó como un prisionero en el Vaticano después de que la Casa de Saboya (cuyo escudo es una cruz blanca) reunificó a Italia y le arrebató a Pío IX su control de los estados pontificios.

    San Malaquías describe al Papa León XIII (1878-1903) como “Lumen in caelo” – “Luz en el cielo”.

    El escudo de armas del Papa León XIII tenía un cometa en el cielo
    El escudo de armas del Papa León XIII tenía un cometa en el cielo,
    cumpliendo la profecía de San Malaquías “Luz en el Cielo”

    El escudo de armas del Papa Leo XIII tiene un cometa en el cielo. Los obispos de la Iglesia Católica crean un escudo de armas. El Papa León XIII fue nombrado obispo el 19 de febrero de 1843. Eso significa que León XIII tuvo un escudo de armas en el que aparecía un cometa en el cielo, 35 años antes de convertirse en Papa en 1878. Él se identificaba, por tanto, con una “luz en el cielo” mucho antes que se convirtiera en Papa o que él supiera que se convertiría en Papa.

    San Malaquías describe al Papa Pío X (1903-1914) como “Ignis ardens” – “Fuego ardiente”. El reinado de Pío X vio la guerra ruso/japonesa, la Revolución Mexicana y la Primera y Segunda Guerra de los Balcanes. Fue también al final de su reinado que comenzó la Primera Guerra Mundial, que puso a Europa en llamas de fuego.

    San Malaquías describe a Benedicto XV (1914-1922) como “Religio depopulata” – “Religión devastada”, Benedicto XV reinó durante la Primera Guerra Mundial y la revolución comunista en Rusia, que costaron la muerte de millones de católicos. En la página 328 del libro Memorias de Mijaíl Gorbachov, él dice que el estado comunista soviético devastó la religión al emprender una amplia “guerra contra la religión”.

    San Malaquías describe al Antipapa Juan XXIII (1958-1963) como “Pastor & nauta” – “Pastor y navegante”. Durante su reinado, Juan XXIII usaría frecuentemente ornamentos que representaban un gran velero.

    http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/a3/Canal_Grande_Chiesa_della_Salute_e_Dogana_dal_ponte_dell_Accademia.jpg/1024px-Canal_Grande_Chiesa_della_Salute_e_Dogana_dal_ponte_dell_Accademia.jpg

    También fue “Patriarca de Venecia” desde 1953 hasta su “elección” como antipapa en el cónclave de octubre de 1958.

    San Malaquías describe al Antipapa Pablo VI (1963-1968) como “Flos florum” – “Flor de las flores”. Curiosamente, Pablo VI tenía tres flores de lis en su escudo de armas.

    San Malaquías describe al Antipapa Juan Pablo I (26 de agosto al 28 septiembre de 1978) como “De medietate lunae” – “De la media luna”. Juan Pablo I comenzó su reinado el 26 de agosto de 1978, cuando la luna apareció exactamente a la mitad. De manera que él literalmente comenzó su reinado “desde la media luna”. Juan Pablo I también proviene de la diócesis de Belluno, que significa “bella luna”.

    San Malaquías describe al Antipapa Juan Pablo II (1978-2005) como “De labore solis” – “Del eclipse solar”. Juan Pablo II nació el 18 de mayo de 1920, el día de un eclipse solar. En el día de su funeral, el 8 de abril de 2005, también hubo un eclipse de sol. Este es un sorprendente cumplimiento de la profecía de San Malaquías.

    El 19 de septiembre de 1846, la Santísima Virgen María se apareció a dos niños en La Salette, Francia y predijo que: “Roma perderá la fe y se convierten en la sede del anticristo. … la Iglesia será eclipsada”. Nuestra Señora predijo que fuera de un remanente de católicos que preservarán la verdadera fe, la mayoría de las personas no verán o encontrarán el verdadero catolicismo, una de las razones será porque la Iglesia parecerá estar dominada, bloqueada o eclipsada por algo. Ese algo fue Juan Pablo II. Él fue el eclipse de la Iglesia Católica.

    Las predicciones hechas por Nuestra Señora en La Sallete y en Fátima, en relación con lo que pasaría a la Iglesia Católica, están tratadas en detalle en nuestro video: El Tercer Secreto de Fátima.

    Según San Malaquías, el reclamante final al papado es descrito como “Petrus Romanus” – Pedro el Romano.

    San Malaquías dice sobre el último reclamante que:

    “In persecutione extrema S.R.E. sedebit Petrus Romanus, qui pascet oves in multis tribulationibus: quibus transactis civitas septicollis diruetur, & judex tremendus judicabit populum suum. Finis”.

    “En la última persecución de la Santa Iglesia Romana, se sentará Pedro el Romano, quien alimentará a la grey en muchas tribulaciones: y cuando estas cosas hayan terminado, la ciudad de las siete colinas [Roma] será destruida y el Juez terrible juzgará a su pueblo. Fin”.

    Recuerde que San Malaquías predijo a los papas y antipapas, cualquiera que reclame ser el Obispo de Roma. La razón por la que San Malaquías lo llama Pedro el Romano es porque San Pedro, como obispo de Roma y primer Papa, tuvo el nombre de Pedro, y San Malaquías llama al último hombre que reclama ser el Obispo de Roma por el mismo nombre – Pedro. Y como Francisco, según la lista de San Malaquías, es el reclamante final a la Sede Romana antes de la destrucción de Roma, él lo llama Pedro el Romano.

    Otra razón por la que San Malaquías llama a Francisco el Romano es porque Francisco ha hecho hincapié al título de “Obispo de Roma” de una manera única. El Antipapa Francisco, por lo general, ha evitado el título de Papa y los demás títulos asociados con los reclamantes al Papado. El directorio oficial del Vaticano enlista varios de estos diferentes títulos para los reclamantes al Papado, pero Francisco los rechazó todos excepto el único título de “Obispo de Roma”, que él solicitó específicamente.

    Francisco ha subrayado de una forma poco común, que él está simplemente actuando como si su autoridad estuviese limitada localmente a Roma. De hecho, sus primeras palabras después de su “elección”, Francisco explícitamente declaró que el deber del cónclave fue “dar un obispo a Roma”. Francisco es quizás el único reclamante en la historia que hace mención del título “Obispo de Roma” en sus primeras palabras al mundo justo después de su “elección”. Por lo tanto, él era identificado inmediatamente con Roma o de una manera en particular como siendo un romano.

    “Llamó la atención el que, en sus primeras apariciones, él se haya referido repetidamente a sí mismo como el obispo de Roma en vez de enfatizar su papel como una figura de autoridad en la Iglesia universal”.

    También, Francisco ha sido el primer reclamante en la historia que ha firmado su nombre, en el directorio oficial del Vaticano, en italiano en vez de latín. El italiano es el idioma de los romanos modernos (que Francisco habla perfectamente). En cambio el latín, es el idioma de la Iglesia para todo el mundo. Este es otro ejemplo de cómo Francisco destaca singularmente un papel como romano o local, en vez de universal. Es interesante que Francisco eligió el nombre del santo más conocido en Italia - San Francisco de Asís. La ciudad de Asís se ubica a dos horas de Roma. Durante su vida San Francisco fue a Roma, y el segundo nombre de San Francisco, al igual que el de su padre, curiosamente era Pedro.

    San Malaquías también dice que Pedro el Romano alimentará a la gente durante muchas tribulaciones. Es interesante que si bien al Antipapa Francisco no le importa si alguien rechaza a Jesucristo o la fe católica, no obstante él dice que sí le preocupa alimentar físicamente a las personas necesitadas. En la página 129 de la edición inglesa de su libro publicado en el 2010, Conversaciones con Jorge Bergoglio, Francisco dice que el pecado cometido por Argentina, es el no hacerse cargo de la gente que no tiene pan, ni trabajo. Pero él no dice nada al respecto de los pecados contra a Dios y la fe.

    Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 129, edición inglesa: “... es un problema de pecado. Desde hace unos cuantos años, la Argentina vive una situación de pecado, porque no se hace cargo de la gente que no tiene pan, ni trabajo.”

    Si bien al Antipapa Francisco no le importa si alguien rechaza a Jesucristo o la fe católica, no obstante él dice que sí le preocupa alimentar físicamente a las personas necesitadas.

    Si llegasen a ocurrir tribulaciones en el mundo, en las cuales las personas se encontrarían sin comida y otras necesidades, lo más probable es que Francisco vaya al extremo de alimentar a estas personas, y por ende, sería el cumplimiento de lo que dice San Malaquías: “quien alimentará a la grey en muchas tribulaciones”.

    Los no católicos que creen en las profecías de San Malaquías, pero rechazan a la Iglesia Católica Romana, deben considerar profundamente lo que dice San Malaquías. Él refiere a la “Iglesia Romana” – que todo el mundo admite es la Iglesia Católica Romana, y él la llama “Santa”. Si la Iglesia Católica Romana fuese una iglesia falsa, no habría manera de que San Malaquías la describiera como “Santa”. Y sólo Dios podría haberle dado a San Malaquías la capacidad de hacer tales predicciones muy precisas sobre el futuro. Dios no hubiera dado tales increíbles predicciones sobre futuros eventos a un creyente y líder de una religión falsa.

    Lo que también es muy interesante es que San Malaquías describe a Roma siendo destruida por un incendio a finales del reinado de Francisco.

    https://web.archive.org/web/20131004120519im_/http:/www.vaticanocatolico.com/imagenes_catolicas/destruccion-roma-babilonia-apocalipsis.jpg

    Si esto es correcto, ello encaja perfectamente con las profecías del Apocalipsis acerca de cómo Babilonia – Roma – es destruida en el fin del mundo.

    Ver: ¿Es la secta del Vaticano II la Ramera de Babilonia profetizada en las Escrituras?

    Por tanto, si mil años a partir de ahora tuviéramos que ver hacia atrás la lista completa de los papas y antipapas en la historia, Francisco sería descrito como el del “fin del mundo”.

    Francisco ha sido descrito en los titulares de noticias como “el Papa del fin del mundo” o “el hombre del fin del mundo”, porque Argentina – el país de donde proviene – se ubica geográficamente donde algunos llamarían “en el fin del mundo”.

    Quizás como un cumplimiento inconsciente de una profecía, Francisco hizo la siguiente sorprendente declaración en sus primeras palabras a la gente después de su elección como antipapa, es decir, durante su primer discurso ante el mundo desde el balcón de San Pedro. Francisco dijo que los otros “cardenales” fueron todos hasta el fin del mundo para encontrarlo, y luego agregó: “aquí estamos”.

    “Hermanos y hermanas, buenas tardes. 

    Sabéis que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos”.

    Fuentes:


    [1] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, Edición B de Books, 2013, p. 153.
    [2] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, Edición Vintage Español, 2013, p. 176.
    [3] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 46.
    [4] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, pp. 203-204.
    [5] “Cardenal Bergoglio recuerda a Victimas del Holocausto”
    [6] La Nación
    [7] Parroquia de San Nicolás de Pamplona
    [8] La Nación
    [9] “Palabras del Papa Francisco sobre libro de Sergio Bergman”
    [10] “Bergoglio en la AMIA firma el libro de visitas ilustres”
    [11] Radio Jai
    [12] Periodista Digital
    [13] Página Católica
    [14] Agencia Informativa Católica Argentina
    [15] “Profanan la Catedral de Buenos Aires Primera Parte 12 11 12”
    [16] Jewish News One TV
    [17] Official Vatican News Network
    [18] Official Vatican News Network
    [19] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/june/documents/papa-francesco_20130624_international-jewish-committee_sp.html
    [20] Vatican Insider - La Stampa
    [21] “Palabras del Papa Francisco sobre libro de Sergio Bergman”
    [22] Clarín
    [23] La Nación
    [24] Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, Pt. II, q. 12, art. 1, obj. 2.
    [25] Agencia Informativa Católica Argentina
    [26] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130708_omelia-lampedusa_sp.html
    [27] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/messages/pont-messages/2013/documents/papa-francesco_20130710_musulmani-ramadan_sp.html
    [28] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 218.
    [29] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/may/documents/papa-francesco_20130518_veglia-pentecoste_sp.html
    [30] La Nación
    [31] Claudia Carlen, The Papal Encyclicals [Las Encíclicas Papales], Raleigh: The Pierian Press, 1990, vol. 3 (1903-1939), p. 317.
    [32] La Nación
    [33] Parlamento Argentino de Religiones
    [34] Comité Interreligioso por la Paz, diálogo interreligioso
    [35] “El Papa Francisco, entonces Cardenal Jorge Bergoglio, en el 110º Aniversario de YMCA Argentina”
    [36] “El Papa Francisco: sí al diálogo ecuménico e interreligioso”
    [37] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/march/documents/papa-francesco_20130320_delegati-fraterni_sp.html
    [38] Decrees of the Ecumenical Councils [Decretos de los Concilios Ecuménicos], Sheed & Ward and Georgetown University Press, 1990, vol. 1, pp. 550-553; Denzinger 39-40.
    [39] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, pp. 27-28.
    [40] La Repubblica
    [41] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/letters/2013/documents/papa-francesco_20130911_eugenio-scalfari_sp.html
    [42] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 92.
    [43] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, pp. 162.
    [44] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, pp. 101-102.
    [45] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 107.
    [46] La Repubblica
    [47] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 126.
    [48] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 50.
    [49] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 89.
    [50] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 94.
    [51] Denzinger, El Magisterio de la Iglesia, Editorial Herder, 1963, no. 2214.
    [52] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 100.
    [53] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, pp. 112-113.
    [54] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 123.
    [55] Agencia Informativa Católica Argentina
    [56] “C5N MURIÓ NÉSTOR KIRCHNER: MISA DE BERGOGLIO”
    [57] http://razonyfe.org/images/stories/Entrevista_al_papa_Francisco.pdf
    [58] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 123.
    [59] Diario Popular
    [60] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 78.
    [61] La Nación
    [62] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/elezione/index_sp.htm
    [63] L'Osservatore Romano, March 22, 2013
    [64] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/june/documents/papa-francesco_20130614_welby-canterbury_sp.html
    [65] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/may/documents/papa-francesco_20130510_tawadros_sp.html
    [66] http://en.radiovaticana.va/news/2013/06/28/pope_to_orthodox_delegation_from_ecumenical_patriarchate/en1-705667
    [67] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/audiences/2013/documents/papa-francesco_20130619_udienza-generale_sp.html
    [68] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 201.
    [69] http://razonyfe.org/images/stories/Entrevista_al_papa_Francisco.pdf
    [70] The Papal Encyclicals, vol. 3 (1903-1939), p. 317.
    [71] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 101.
    [72] Grande Oriente d'Italia
    [73] Impulso Baires - Agencia de Noticias
    [74] The Catholic Encyclopedia, “Heresy,” New York: Robert Appleton Co., 1914, Vol. 7, p. 261.
    [75] Decrees of the Ecumenical Councils [Los Decretos de los Concilios Ecuménicos], Sheed & Ward and Georgetown University Press, 1990, Vol. 1, p. 578; Denzinger, The Sources of Catholic Dogma [El Magisterio de la Iglesia], B. Herder Book. Co., Thirtieth Edition, 1957, no. 714.
    [76] The Papal Encyclicals [Las Encíclicas Papales], by Claudia Carlen, Raleigh: The Pierian Press, 1990, Vol. 4 (1939-1958), p. 41.
    [77] The Papal Encyclicals, Vol. 2 (1878-1903), p. 393.
    [78] The Papal Encyclicals, Vol. 2 (1878-1903), p. 393.
    [79] Denzinger 423.
    [80] The Papal Encyclicals, Vol. 2 (1878-1903), p. 401.
    [81] The Catholic Encyclopedia, “Papal Elections,” 1914, Vol. 11, p. 456.
    [82] Denzinger 172.
    [83] The Papal Encyclicals, Vol. 1 (1740-1878), p. 84.
    [84] The Papal Encyclicals, Vol. 1 (1740-1878), p. 415.